1. Bunny

458 43 3
                                    

Abrí los ojos al sentir un pequeño movimiento en mi brazo

Buen día señorita- era mi nana Anne, una chica de 25 años que papá había contratado desde que era niña. - es hora de levantarse- asentí y con su ayuda llegué al baño, me fui desvistiendo para introducirme a la lluvia artificial de la ducha.

Intentaba mantenerme despierta haciendo figuras en el vapor que se impregnaba en el vidrio a mi alrededor, hasta que sentí la puerta abrirse junto a una brisa fría. Una cabellera cobriza apareció entre mis figuras.

BUEN DIA SOLEIL- sonreí y saludé con mi mano a la contraria, la puerta se volvió a abrir dejando ver a Anne con dos toallas en sus manos y al notar la presencia de la rubia frunció el seño

Yume! Te dije que te alistaras tú también- las dos se miraron y Yume salió corriendo del baño.

Aunque Anne se vea como alguien regañona o muy estricta sé que ama mucho a su hija.

Cerré las llaves del agua y sentí como Anne abrazo mi cuerpo con las toallas y enrollo mi cabello en otra para que se secara.

Mi habitación estaba cálida gracias a la calefacción y mi buro estaba preparado para que me arreglaran.

Toma- Yume ya lista con su uniforme le paso el mío a su madre y al secarme por completo el cuerpo me comenzó a vestir. - crees que hoy vaya ese profe aburrido? - levante mis hombros con una sonrisa torcida- espero y no, no hice su tarea

Yume- la nombrada salto en su lugar, posiblemente por el grito que le dio su madre- ya está listo, venga señorita vamos a arreglarla- asentí y me encamine al pequeño banco frente al buro.

Miraba mi reflejo en el gran espejo frente a mí, mi piel ligeramente rosa era decorada con una línea de pecas sobre mis mejillas, algunas hebras blanquecinas se pasaban por mi hombro y según Anne y Yume mis ojos llegaban a parecer dos hermosos Zafiros.

Papá dice que soy como una obra de arte...

Pero yo solo me veo como una muñeca de porcelana...

Y otra cosa que asegura mi punto, era ver el aparato que tenía Yume entre sus manos.

Extendí mi mano a ella y vi con tristeza el aparato, para después colocarlo en mi oído...

pero, aunque lo tuviera... todo era silencioso...

solo ciertos sonidos podía escucharlos, como los golpes contra cosas o ciertas pisadas a mi alrededor

nada de voces

nada de palabras

Creo que aún no me he presentado correctamente...

Mi nombre es Fukui Soleil, hija de un hombre japones y una mujer francesa, que, al poco tiempo de saber mi estado, no tuvo otra opción que abandonarme junto con mi padre. Papá no tuvo otra opción más que regresar a su país natal y hacerse cargo de la compañía familiar.

La familia Fukui se mantenía entre una de las familias más ricas de Japón, mi abuelo le había dejado la compañía a mi padre desde edad muy temprana, pero cuando conoció a mi madre, no lo pensó dos veces y dejo sus responsabilidades para estar con la mujer que amaba.

Cuando regreso el abuelo lo dejo volver a trabajar con la condición de no volver a hacer una estupidez como la que había hecho y desde entonces mi padre se había vuelto más sobreprotector y serio de lo normal.

My sweet paradise (Hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora