Me gustaba oírlo
yo era muy reservada pero,
podía oírlo hablar todo el día
era como si recitase mis pensamientos.Éramos tan iguales
y a la vez no
libertad y condenación
tristeza y más tristeza.Fuimos como líquido
pero él era aceite
y yo, yo era agua;
no podíamos estar juntos.Yo era una noche estrellada
y él, una noche nublada.
Los dos teníamos frío,
pero no podíamos darnos calor.Él me entendía,
yo lo entendía.
Pero él no podía ayudarme,
yo no podía ayudarle a él.