Agotador, todo era agotador, el simple hecho de tener que estar supervisando a sus nuevos prisioneros y posibles nuevas fuentes de conocimiento le era un fastidio, no dejaban de murmurarse posibles ideas de escape o algunas cosas que no les servirían, lo peor de todo era el hecho de que lo hacían en ese dialecto extraño que desconocía.
A pesar de eso, no se molestaba en mostrarles su cansancio, solo bastó con lanzarles un relámpago a uno de ellos que trató de salir corriendo para que cesaran todo tipo de estratagemas de sus partes.
¿Merecía morir ante su técnica definitiva de la cuál se enorgullecía?, no, definitivamente no valían ni siquiera sus habilidades con el fuego, pero era mejor asegurar las cosas desde la raíz de los problemas.
Realmente eran patéticos, no eran guerreros, no eran maestros elementales, no eran nada, una vez que regresaran a la nación del fuego ellos iban a ser castigados como mejor le pareciera por sus problemas ocasionados.
Los únicos que valían la pena su tiempo eran aquellas criaturas de carga que jalaban y los llevaban a todos, bien podría tratar de llevarse a los animales a su hogar como animales exóticos que eran para ella, no creía que fueran espíritus al fin y al caso.
Sin embargo había una cosa que le molestaba sobre todo lo demás.
¿Qué fue lo que pasó?
Ella estaba segura de que no se encontraba en aquel basto desierto, si no mal recuerda sucedió algunas cosas antes, pero cuando intentaba indagar sobre sus recuerdos, había cierto punto que le dejaba los pensamientos nublosos, pero una cosa si estaba segura, esto debía ser obra del avatar de una u otra forma, ya que ella recuerda el haberlo enfrentado en algún punto.
Era capaz de recordar trozos del enfrentamiento, en un lugar algo oscuro, seguramente unas minas de algún tipo, ya se informaría mas tarde en su hogar.
...
El tiempo ha transcurrido, actualmente se encontraba en un mejor vestuario del que originalmente se encontraba anteriormente, cabalgando sobre la criatura de nombre desconocido para ella, tratando de hallar un método rápido de volver a donde pertenecía, de despertar de este sueño raro, lo que sea menos doblegarse y cambiar su forma de ser.
Actualmente han pasado unas semanas desde que dejó a los hombres brutos que no tenían nada de valor para ella, solo mera carga eran después de todo, ¿para qué esperar por una ejecución cuando claramente lo pedían a gritos por cada incompetencia que hacían?, eran peor que su hermano incluso, con eso ya decía mucho.
Por supuesto, no se encontraba completamente sola, pues le acompañaban unos 3 de los cuales consideró que poseían cierto valor al menos, claramente no en combate o equipo si no en comunicación.
Lo que la ocasionó a tomar aquella rara decisión fue el hecho de que se encontraba completamente perdida, incluso si la mera mera idea le ocasionaba disgusto.
No mucho después de lo ocurrido con sus prisioneros, terminaron encontrando un poblado de gente formada de agricultores, pero pudo percatarse que había muchas cosas desconocidas para ella, lo que le daba a entender que no se encontraba en ninguna parte conocida por su nación.
Esto daba a 2 posibles resultados, 1, era una zona que se encontraba oculta de todo conocimiento exterior por ser unos temerosos cobardes de involucrarse en los conflictos de las naciones elementales, lo que significaría en un increíble entendimiento de que su nación se encontraba pobre con lo que respecta a conocimiento y era la culpa de los informantes que hacen poco o nada para verificar la autenticidad de las cosas como geografía y poseían lagunas en sus educaciones por esa clase de incompetencia.
ESTÁS LEYENDO
La princesa de fuego en el mundo shinobi
Fanfiction[Esta historia es parte de un reto cual prólogo puede encontrarse en la sección de retos.] Un día como cualquier otro, la personaje a la que seguimos de historia no hubiera imaginado que un día como cualquiera terminara siendo todo menos eso, termin...