LA ÚLTIMA NOCHE

EL PODER DE LA LUJURIA

Las calles de Tamber lucían vacías cada fin de semana, y aunque aun faltase un día para ser viernes, lucían igual, sólo se lograba escuchar mucha música electrónica y de HIP HOP en la cuadra 13 del Girón José Balta.
Algunos vecinos pasaban por las afueras de la casa de los Manrique y rápidamente tapaban sus narices, por los olores raros que salían de aquella fiestucha que siempre acostumbraban a realizar cada fin de semana, vecinas cercanas ya convivían con lo mismo cada fin de semana, sus quejas hacia la policía o serenagzo del distrito no eran escuchadas, ¿Será tal vez por aquel dueño de cada que era funcionario del estado? Bueno... Las cosas son así lamentablemente en este país burocrático de Bolivia,
"Ya son 2015, nada cambia, ni cambiará hasta que la verdarera conciencia toque el corazón de nuestras autoridades" [decían los noticieros locales] Lo hacían cada semana, después de ver injusticias notables en aquel distrito de Tamber.

El segundo piso de la casa fiesta era sinónimo de mucho sudor y sonidos exitantes, cuando uno terminaba de escalar la última grada que daba a las 5 habitaciones de puestas cedro "imperial", se tocaban con parejitas que esperaban este tipo de fiestas cada semana para dar rienda suelta a ese amor que los enlazaba en esa etapa de la adolescencia.

Dentro de esas habitaciones, ai en la primera puerta, en la cama matrimonial, cama de los dueños de casa que se encontraban en un viaje de negocios, se encontraban ahora tres chicas sumamente hermosas, acompañados de un tipo que les proporcionaba demacrada cocaina, el baile sensual que le realizaban a dicho joven era en forma de agradecimiento por la invitación a esta "fiesta desmadre" muy conocida y popular en toda la ciudad de Tambec, la ausencia de prendas en este cuarto era ya costumbre como cada fiesta del mes de aquella Crew reconocida por las otras cew's de la localidad, el muchacho bailaba algo consiente, tenía sexo con las tres chicas a su antojo, no lograba sentir nada de sensación en cada una de ellas, variaba y variaba, poses y formas del camasutra, pero seguía aún sintiendo la falta de exitacion placentera... Todo se interrumpió cuando una fémina tocó la puerta de una manera aterradora...
PUM PUM PUM
-¡Alguien que me ayudeeeee!