Shoto, el chico bonito y consentido de la mansión Todoroki, todos en esa casa lo sobre protegían en especial su hermano Touya, quien al saber que su pequeño hermano era un doncel estaba todo el momento saliendo con el y llevándolo a la escuela, prác...
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4:30 pm Tokio
— No tiene heridas graves solamente el moretón o hematoma de el cuello, pero no es preocupante solo es la marca que deja la sangre que esta por debajo de la piel al romperse los vasos sanguíneos pequeños por el golpe o lesión, desaparece en máximo una semana.
— Esta bien muchas gracias doctor.
Shoto se volvió a subir el cuello de su playera para tapar los moretones, y ambos chicos salieron de el consultorio de el doctor, tomaron un taxi afuera con dirección a la Mansión Todoroki, llegando a su destino le pagaron al chofer y se pararon frente a la finca.
— ¿Entonces que les diremos?.
— No lo se, temo que si le digo a Touya sobre la amenaza valla a empezar a ser de nuevo como antes.
— Si pero lo que dijo ese maldito no es algo que se pueda tomar a la ligera, ahora hasta ni yo te dejare solo.
— ¿Por que siempre me tratan como su fuera alguien débil?, que sea un doncel no significa que lo sea. — Respondió molesto.
— No es eso, simplemente que ese tipo tiene influencias poderosas, el solo es fuerte, admito que si no lo hubiera casi noqueado cuando estaba distraído me hubiera dado una golpiza.
— Como sea.. no quiero hablar de eso, ni se lo diremos a mi familia. — El bicolor odiaba saber que era débil y no había podido defenderse el solo.
Katsuki se percató de la notoria molestia en el menor así que simplemente asintió, tal vez Shoto les diría cuando el no estuviera.
Entraron a la finca, y la primera que gritó de emoción al verlo fue la chica quien lo abrazó feliz, solo había estado 4 días fuera y lo recibió como si llevara 3 años extraviado.
— Hola. — Saludó Natsuo a Katsuki.
— Hola. — respondió el cenizo, realmente esperaba que al menos lo recibiera con una bofetada pero al parecer el albino estaba tranquilo.
Natsuo era una persona muy quitada de la pena, no era que Shoto no le importara pero no había de que preocuparse si su hermano regresó con bien, así que no había problema.
Después de lo emotivo siguió la prometida regañada de parte de Fuyumi.
Diez minutos después la puerta principal se abrió dejando ver a Touya quien se quedó estático mirando la escena.
Su hermano y el pelos de elote sentados en el sillón con cara de perros regañados mientras Fuyumi sostenía un periódico enrollado con el que le acababa de dar un golpe a Shoto el la cabeza mientras Natsuo se reía.
— ¿Ya llegaron?. — Touya estaba sorprendido ya que se supone que llegarían hasta el viernes y apenas era Martes.
— No bro, son actores pagados y estamos haciendo un simulacro para cuando lleguen. — respondió Natsuo.
