Shoto, el chico bonito y consentido de la mansión Todoroki, todos en esa casa lo sobre protegían en especial su hermano Touya, quien al saber que su pequeño hermano era un doncel estaba todo el momento saliendo con el y llevándolo a la escuela, prác...
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Un año nuevo había comenzado, y con ello una fecha muy especial se acercaba.
Fuyumi estaba organizando desde ya hace un mes una fiesta a donde asistirían varios integrantes de la familia Todoroki algo lejanos, su padre había sugerido la idea de hacerle la fiesta en grande al menor, claramente este se negó, pero al final no pudo hacer mucho la gente ya estaba invitada y eso implicaba volver a ver a su abuela y a su tío y tía mellizos Aiko y Akihiko personas con las que no se llevaba bien, Aiko era una chica de cabellera castaña clara bastante caprichosa y chiqueada por su abuela, Akihiko igual tenía el mismo color de cabello que su melliza, este era un varón más alto que Shoto, los mellizos tenían 23, se sabe que no son hijos biológicos de su abuela, pero los trataba como tales criando un par de niños caprichosos, groseros que trabajaban en equipo para concebir sus malvados planes o para molestar a Shoto cada que por alguna razón se encontraban lo cual era como una vez cada 3 o 4 años.
Qué más da, sabía que si iban era más por morbo de saber lo que le paso que por que realmente quisieran acompañarlo.
El cumpleaños de Shoto era a principios de año, exactamente el 11 de enero.
Y Fuyumi no era la única atareada por ese día, Katsuki estaba desesperado ya no sabía que podría regalarle a su novio, joder es que tenia de todo y lo que no, estaba muy por fuera de su alcance económico.
-- Faltan 3 malditos días y no tengo nada. -- Estaba tirado en el sillón del departamento mientras Kirishima le daba ideas las cuales eran todas rechazadas o porque el bicolor ya tenía eso o porque no se le hacía suficiente para regalarle eso.
-- Pues se me están agotando las ideas bro.
-- Esque es Shoto , idiota no le voy a dar cualquier mierda nomas por no quedar mal, tiene que ser especial.
-- ¿El que te dio? -- Pregunto el pelirrojo. -- Tal vez así podemos darnos una idea.
Al cenizo se le colorearon las mejillas de solo recordar ese día. -- Eso no te importa.
-- ¿Eh?... -- No tardo en acordarse de que ellos dos se fueron solos saliendo del restaurante así que le cayó el 20. -- oooh, oooooh, ya veo. -- se rasco la barbilla por unos momentos antes de volver a hablar, -- ¿Y si le das lo mismo?
-- No, paso por una mierda horrible en el secuestro y no quiero incomodarlo.
Kirishima se puso palido. -- No me digas que...
-- No, no paso, pero ese hijo de perra lo intento y eso ha sido muy traumático para Shoto, cuando me quedaba con el sí lo abrazaba mientras él dormía se asustaba y entraba en pánico, y hace unas semanas estábamos solos en su casa, nos comenzábamos a besar apenas, pero cuando lo recosté y me puse encima para continuar se puso jodidamente nervioso y me pare en seguida.
-- Pobre Shoto, entonces regálale nuevos recuerdos geniales que le ayuden a olvidarse de eso, ¿Cuánto es tu presupuesto para su regalo?
-- Juntando todos mis ahorros... Como tres mil dólares.
