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Al llegar a casa de Kevin y que Hunter estacionará el auto, Sofía logró que Kevin entrara a uno de los baños. Al final no lo llevaron a su casa, si no a la de Sofía, ya a la mañana él iría a casa a cambiarse y a llevar el auto.

—bien Kevin, quédate aqui, traere cosas para que te des una ducha, si necesitas vomitar solo hazlo, dentro del excusado —dijo Sofía dejándolo arrodillado frente al inodoro.

Al volver notó que no vomito nada así que empezó a arreglar las cosas en la ducha, olía a vomito y estaba desagradable.

—ven, quítate la ropa, prometo no mirar para abajo.

Difícilmente lo logró meter a la ducha y que se bañara, mientras tanto ella puso a lavar su ropa, por lo menos la interior para que se pudiera dormir. Difícilmente logró que se acostara en su cama.

—no me dejes solo —murmuro y Sofía se acostó a su lado

—no pensaba hacerlo, estás todavía ebrio y necesitas descansar.

Kevin al acostarse ella la abrazó suavemente y se quedó dormido, antes de amanecer Kevin se vistió dejando a Sofía sola en la cama y agarró las llaves del auto, no sin antes dejándole una nota de agradecimiento.

A la mañana siguiente Sofía no fue a la escuela, tenía resaca y le dolía la cabeza pero como debía hacer diario fue a la tienda de música de sus padres. El cual llamaron a la escuela según ella solo por un dolor de cabeza.

—¿que se les ofrece? —preguntó Sofía mirando a sus amigos.

—¿trabajas aquí? —preguntó Hunter.

—mis padres son los dueños, díganme que quieren.

Hunter pidió la batería más cara de toda la tienda y Sofía en casa de Kevin lo ayudó a armarla. Cuando la madre de Kevin lo escuchó probar los tambores ambas lo miraron serias.

—¿me presta el auto? —preguntó Kevin.

—si llevas a tu hermano primero, su padre lo recogerá entre sus turnos.

Entre los dos desamaron la batería y la pusieron en el auto.

—¿y ella quien es? —preguntó Earl.

—¿me conoces desde hace años, como no vas a saber quien soy? —preguntó haciéndolo reír.

Al estar en la escuela y armar todo de nuevo ambos esucharon a emily.

—pensamos que tocabas el clarinete —habló Sofía y emily empezo a reír.

—era para estar en la banda y no hacer deportes.

—nosotros también, tomamos la decisión hace dos años —habló Kevin.

—¿de casualidad no te interesa el post-death doom metal? —preguntó Sofía pasándole un papel y ella lo leyó, la manera en la que lograba tocar el chelo los impresionó bastante.

—¿puedes convencer a Hunter? —preguntó Sofía camino a casa, en el auto —emily me cae bien y sería buena idea que esté en su banda.

—no te quiere a ti y está algo difícil que quiera a emily.

Explicó Kevin, al estar frente a su casa y la de Hunter.

—por favor Kevin —pidió desabrochándose el cinturón de seguridad y acercándose a él —por fis, por fis —la manera en la que te rogaba a Kevin le gustaba.

—bien, trataré de convencerlo de meterte a ti y a emily.

Sofía sonrió contenta y le dio un beso en la mejilla antes de bajar del auto.

Amor y Metal (Kevin Schlieb)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora