No tenia problemas en aceptar que Tanjiro Kamado era el alumno más destacado no solo en su materia, si no en toda la academia en general.
Él era perfecto, por lo que esperar una insinuación de él...era imposible.
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Contenido Yaoi ♡ chicoxchi...
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Si bien odiaba a sus alumnos con cierto grado de idiotez que le hacían cuestionarse si ellos realmente contaban con un cerebro, tener a Tanjiro Kamado provocaba que detestara su trabajo. Por que a diferencia de sus alumnos promedio, sus calificaciones siempre eran altas, no solo en su materia, todos solían alabarlo por su responsabilidad e inteligencia.
Y él podría hacerlo también, no le costaba admitir que aquel chico era jodidamente listo y merecía cada uno de los reconocimientos que le daban cada fin de curso, pero en verdad aborrecía tener que darle clases. No solo por que extrañamente hacia muchas preguntas para aclarar sus supuestas dudas, podía sentir su mirada fija cada vez que le daba la espalda para anotar algo en la pizarra; Incluso lo había descubierto observándolo atentamente en varias ocasiones mientras solo estaba sentado sobre su escritorio revisando tareas o las listas que debía llenar para entregar a dirección.
Al principió creyó que lo hacía por el rencor ocasionado durante disputa que habían protagonizado recién había empezado el curso, cuando regañó a su hermana por correr por los pasillos de la academia, amenazó con enviarla a dirección y cometió el error de tocar su hombro, nada brusco pues solo buscaba llamarle la atención.
Entonces, había iniciado su pelea.
Aquel chico había llegado a atacarle y el respondió de la misma manera; Cuando logró percatarse de que tenia al menor sujetado por la camisa escolar con fuerza y a punto de golpearlo después de ver la sangre goteando de su nariz por el cabezazo que le había acertado segundos atrás, fue separado de él por otros profesores.
Creyó que seria despedido después de eso, pero extrañamente nada llegó más allá de un regaño por parte del director, quien no tuvo problema en asegurar que Tanjiro había admitido que él mismo era el culpable de haber iniciado la pelea y por eso en aquella ocasión el albino no perdería su puesto como profesor.
Sin embargo, al pasar los dias la situación no había hecho nada más que ponerse tensa. Como en ese momento, donde todos sus alumnos habían abandonado el aula corriendo tan pronto sonó la alarma alertando el fin de clases, menos el de cabellos burdeos, quien parecía retarle a una pelea de miradas, pues desde hace un par de minutos no había dejado de verle.
— No creo que estes aquí por necesitar tutorías y si lo que quieres es tu calificación del examen de ayer, no deberías preocuparte, tienes un cien perfecto, como siempre — Fue el primero en romper el contacto visual, estaba fastidiado después de pasar varias horas hablando como tonto explicando temas a ignorantes que nunca se daban la molestia de aprender.
— No estoy aquí por eso — Al fin habló a la par que soltaba un suspiro que hizo eco en todo el salón, se levantó de su lugar para avanzar hasta el escritorio donde el mayor se encontraba guardando todas sus cosas y cuando estuvo frente a él, simplemente se cruzó de brazos — Esperaba que fuera capaz de disculparse conmigo, después de todo fui quien recibió el reporte de mal comportamiento con tal de que usted no fuera despedido.
