Capítulo 1

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Aroa

Santo Domingo, República Dominicana,

16 de octubre de 2013.

El reloj marca las 2: 00 p.m. de la tarde y juro por todos los ángeles y los arcángeles que estoy apurándome lo más que puedo para llegar a tiempo al lugar donde sería mi práctica de fotografía, estoy en mi primer año de universidad y las tareas parecen no tener fin, y debido a que estudio publicidad, mi carrera demanda de interminables prácticas que incluyen básicamente andar por toda la ciudad con una mochila que pareciera que cargo kilos de piedra, una carpeta de dibujos y un montón de reglas cuya longitud quisiera que abarcara la medida de mi paciencia, y largas noches sin dormir.

Salgo del baño, de fondo se escucha música brasileña- aunque nací y me crecí en República Dominicana, he desarrollado un gusto un poco obsesivo por la cultura brasileña en general – suspiro -.

Aquí vamos, otro día de prácticas, bronceado express bajo el caluroso sol del Caribe y rogar al cielo porque no arruine el rollo - en la facultad nos enseñan fotografía de forma análoga ahora y usamos rollos para hacer fotos- miro el reloj, ¡joder Aroa! ya son las 2:35, debo estar en el lugar a las 4:00 p.m.  ¿llegarás temprano una vez en tu vida a algo? - me pregunto-  sí, - me respondo yo misma - pero hoy no será –río- . Casi volando me coloco mis habituales jeans azules totalmente lisos, tenis converse con 5 años que no se lavan, pues cool llevarlos sucios,  una camiseta blanca, opto por dejar mi pelo suelto- como la mayoría de veces ya que peinarme no suele ser mi fuerte- preparo mi mochila rosada de Hello Kitty, me aseguro de tener la cámara, rollo y todo lo necesario para mi práctica, me miro al espejo y las ojeras debajo de mis profundos ojos cafés gritan pandaaaa a todo pulmón, pero no me importa, solo salgo casi a la velocidad de la luz para poder estar a tiempo, subo al ascensor después de presionar el botón innumerables veces, tal como haces en una película de terror cuando escapas del monstruo,  camino por el parqueo, salgo y me dispongo a tomar el bus que me llevará hasta mi lugar de destino: El Parque Colón en la Zona Colonial, donde se encuentra la Catedral Primada de América y que es famosa tanto por su impresionante arquitectura como por el gran flujo de turistas que la visitan – el lugar es realmente hermoso- miro alrededor y sonrío, aquí haré unas buenas fotos.

Cargo mi cámara, agudizo mis ojos y me dispongo a buscar una bonita historia que narrar a través del lente de mi cámara, realmente amo la fotografía, cuando empecé en la facultad de arte no tenía idea de que llegase a apasionarme tanto por esto, pero así es, amigos, estoy perdidamente enamorada de la fotografía, así que aprovecho el hermoso parque, cargado de arte, culturas, gente y colores, y empiezo a hacer magia, a contar historias en cada toma, sin tener ni puta idea de que se empezaría a contar una que marcaría mi vida para siempre, y que empezaría con una fotografía, pero esta vez no la tomaría yo,  más bien me la tomaría el, el... Aleksandre Ávila.

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¡Holaaaaa! ¿Qué les ha parecido uno de nuestros principales personajes? la extrovertida, alocada y complicada Aroa, espero que se vayan  haciendo una idea de ella, ya que estoy buscando perfiles para darle un rostro a nuestra nueva chica de invierno favorita,


¡Nos leemos pronto, besos, Ysh!

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