1

18 2 0
                                    


-Hey ¿estás llorando? –

Aclare mi garganta para poder hablar – no, para nada-

Se echó a reír a carcajadas y yo fruncí el ceño indignada

- ¿Qué te parece tan gracioso?

-Ay hermanita te conozco tan bien, no sé porque me sigo sorprendiendo de tus reacciones, ¿jamás admitirás que a pesar de que te hagas la fuerte eres la más sensible de nosotros?

- Eso no es cierto –

- Tú sabes que si lo es-

- Bueno ya, cambiemos de tema, sabes que tengo el puntaje necesario para poder irme de intercambio –

- Eso suena genial, y ¿a dónde te quieres ir?, digo si es que mamá y papá te dejan-

- Irme a Estados Unidos o España sería muy predecible de mi parte, hay lugares que igual son atractivos, quizá me vaya a Canadá o aunque no sepa a la perfección japonés puedo intentar postularme para irme al país nipón-

-Interesante, ¿sabes que los asiáticos consumen muchas verduras y mariscos verdad? Y a ti no te gustan-

- Puedo sobrevivir de golosinas y de bolsas de ramen instantáneo- pude ver que rodo los ojos, divertido

-Bueno no tenía eso contemplado, créeme que lo que más me importa de esto es conocer el mundo, lo demás solo serán detalles -

- Solo te diré que si lo haces será una decisión muy valiente, y no lo vas a tener fácil, en especial los primero días, pero si le vez el lado positivo y te las ingenias, el mundo se abrirá ante ti –

Sonreí – Eso fue muy inspirador hermanito, por cierto jamás me contaste como fue que sobreviviste en EUA. Si tu inglés no era bueno cuando te fuiste-

-Las dos primeras semanas sí que me vi en aprietos, a veces no entendía lo que me decían, pero dentro del campus tome una materia precisamente para mejorar en habla y comprensión, la primera maestra que tuve Miss Liliana fue un ángel, ella era mexicana entonces hubo buena comunicación y me ayudó mucho -

- Qué suerte tuviste-

- La verdad es que sí –

Estaba tan concentrada en nuestra conversación que no me di cuenta que habíamos llegado y que ya se estábamos estacionándonos, subí rápidamente la ventana y al apagar la camioneta nos bajamos, caminamos a la entrada del restaurante y vimos que papá estaba estacionándose

-Hay que entrar, para conseguir una mesa, ahorita nos alcanzan –

Asentí y ambos entramos, solo había dos mesas con suficiente espacio para nosotros cinco, elegí la que estaba casi en el centro del lugar – en esa – dije al mismo tiempo que le indique la mesa – de acuerdo- fuimos a sentarnos, Mónica y mis papás no tardaron en sentarse con nosotros, una vez juntos, una mesera amablemente nos entregó las cartas

-yo quiero media orden de pollo frito y papas – dijo Mónica

-Para mí una ensalada César – dijo mi mamá

- A mí una pechuga a la plancha y ensalada – dijo mi papá

- A mi unos rollos de pechuga con tocino- siguió Leo

- Para mí milanesa rellena por favor –

-Muy bien, ¿y qué les ofrezco para beber? –

-Traiga refrescos de toronja para todos por favor-

-Enseguida se los traigo, y la comida no demorará más de 20 minutos

- Muchas gracias -

- Me enviaron el correo de aceptación ayer en la mañana y moría por contárselos, había pensado en llamarles en ese mismo instante pero lo pensé y la verdad es que quería decírselos en persona, estuve ocupado también con varios asuntos por eso decidí esperar hasta poder verlos

- Y te dieron detalles hijo, ya sabes sobre cuando empiezas, cuanto te pagaran, todo sobre tu contrato, son detalles muy importantes y que deben estar claros a la primera

- Pues sí, me dan un mes para estar ya bien instalado allá y poder empezar, tendré que buscar un lugar para vivir y por eso debo ir la próxima semana, para eso y firmar mi contrato, mi sueldo vendrá en el contrato pero tengo fuentes de buena confianza que me han dicho que el sueldo es bastante alto, son más de 10 a la quincena

- Era de esperarse, no será la mejor del país pero vaya que tiene su prestigio

- Sé que es muy apresurado de mi parte pero con esto se me ha ocurrido que tal vez dentro de un año que ya esté bien acomodado quizá pueda comprar una casa para ustedes allá, así podremos estar juntos

-Ay mi niño es un gesto muy dulce de tu parte, nos haces muy felices y estamos muy orgullosos de ti, lo único que nosotros queremos es verte bien, que seas feliz el dinero y lo material es lo de menos

-Pero mamá es algo que yo quiero hacer por ustedes, así que por favor no se nieguen, y ya después hablaremos de esto con calma

Mientras seguíamos hablando llego la comida y todo transcurrió con mucha tranquilidad, fue muy agradable, al salir de ahí fuimos a comernos un helado, hacía un tiempo que no salíamos los cinco solo a divertirnos.

Regresamos a la casa a las ocho de la noche y para nuestra sorpresa Leo nos dijo que se quedaría a dormir, y que de hecho le parecía más cómodo pasar estos aquí antes de irse a la cuidad; al llegar fui a la cocina por un vaso de agua y Leo me siguió 

-¿Ocurre algo?

-Nada importante, vengo a invitarte a jugar en la consola un rato

- De acuerdo pero si te gano no te enojes

-Hahaha ya quisieras, han sido contadas las veces que me has ganado en estos años 

Kiri LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora