Entre Beso Y Beso (Kardia X Camus)

Capítulo siete

El reloj marcaba exactamente cinco minutos antes de las tres de la tarde; le había dado tiempo de regresar a su casa, darse un baño y arreglarse para aquella cita.
Estaba nervioso por qué no sabía a dónde lo llevaría el padre de Milo para poder conocerse mejor.

Mientras terminaba de mirarse una y otra vez en el espejo esperando que sus prendas lucieran impecables, en su mente recordó las palabras de Milo cuando se vieron en las clases.

Flashback

Cuando el señor Antares lo dejo enfrente de la escuela, Milo y Kanon se encontraban en la entrada sosteniendo una pequeña cajita de color café obscuro y sobre de este llevaba un moño de color rojo.
Lo cual no le dió demasiada importancia ya que se imaginó que se trataba de un regalo del gemelo menor para Milo.
Grande fue su sorpresa al darse cuenta al momento en el que se acercó que los dos le entregaron esa caja a él.

- Mi padre envío este detalle para ti.

- P... Pero tu padre acaba de venir a dejarme a la escuela - Respondió nervioso mirando a la calle, justamente en la esquina donde el señor Antares dió vuelta con el auto.

- Si, de hecho me dijo que si no aceptabas venir con él, pues yo me encargaría de darte ese regalo a su nombre.

El pelirrojo tomó aquella caja, al mover un poco el moño se dió cuenta que se trataba de una caja de chocolates.
Primero le daba rosas, después tulipanes y ahora una caja de chocolates ¿Que más le faltaba que le regalará? ¿Peluches, tarjetas de amor... Ropa interior?
Al pensar en esta posibilidad rápidamente sacudió su cabeza para olvidar en aquel objeto que pensó, hasta de imaginarlo sus mejillas se tornaron de un color carmín.

- Gracias Milo - Hizo una pequeña pausa mientras guardaba aquellos chocolates en su mochila - ¿Puedo hacerte una pregunta?

- Las que quieras - Contestó Milo colocando su brazo sobre el de su pareja para comenzar a caminar rumbo a su salón de clases.

- ¿No te molesta el hecho de que tú padre intente cortejarme?

Si, había sido demasiado directo pero tampoco quería quedarse con la duda. El señor Antares parecía un joven enamorado que ha descubierto su amor por primera vez.

- Si me lo dices de ese modo no me molesta en absoluto. Confío lo suficiente en ti Camus y sé que si llegas a sentir algo por mi padre será algo sincero. A diferencia de que si mi padre busca alguna cita por medio de las páginas de internet o una cita a ciegas pues me vería en la penosa necesidad de hacerles la vida imposible a las candidatas que solo buscan la fortuna de los hombres de familia - Contestó de la manera más tranquila posible.

Ante la revelación que le dió su amigo se quedó impresionado por qué hasta en eso había pensando la posibilidad Milo y eso que el señor Antares y él solamente han hablado muy poco.

- De hecho cuando regresó de su trabajo y de pasar a dejarte a tu casa, en la cena comenzó a preguntarnos sobre tus gustos e intereses - Añadió Kanon en aquella plática al ver cómo Camus seguía con las mejillas de color rojizo.

- ¡Le dijeron todo lo que me gusta! - Exclamó sintiendo sus manos con un ligero cosquilleo.

- No del todo pero si lo suficiente para que te siga mandando detalles... Es divertido verlo correr en cada tienda buscando algo que sea de tu agrado - Después de decir esto, Milo dejo escapar una sonrisa de satisfacción.

- Creí que te molestaría, soy tu amigo y jamás reemplazaría el amor de tu madre.

- Pero la vida sigue y el señor Antares desea que formes parte de la suya - Respondió Kanon justamente deteniendo su andar frente al salón de clases.

- Prácticamente me están aventando a sus brazos.

- Solo falta que me digas que no quieres - Contestó Milo en un tono burlón alzando sus cejas.

- ¡Tu padre ya hasta me besó!

Este grito fue lo suficiente para llamar la atención de algunos estudiantes presentes, en especial de alguien que le resultan familiar a Camus, cerca de él se encontraba ese chico de cabellos azabache que lo rechazó solo por no compartir una relación con un hombre, sentía que su reputación de heterosexualidad se iría por la borda al aceptar al joven de cabellos rojizos.

Sin embargo Camus no se percató que Shura estaba cerca de él, seguía discutiendo con Milo y Kanon cuando el tema seguía siendo el señor Antares.

- Me pidió salir esta tarde con él - Agregó Camus en esa plática.

- Lo sé, me preguntó cuál es tu comida favorita, sin embargo no te reveló nada más, de lo contrario no sería sorpresa.

Ese momento se vio interrumpido ante la llegada inesperada de uno de los profesores, los tres chicos entraron al salón mientras algunas que otras chicas comenzaban a murmurar aquella nueva noticia del padre de Milo y el alumno Camus.

Fin flashback.

"Si vistes alguna prenda de color escarlata, volverás más loco a mi padre"
La camisa por la que había optado era de color rojizo, mientras que sus pantalones eran de color blanco; tomó un poco de bálsamo para los labios y se dió unos ligeros toques para darle un poco de color escarlata a su boca.

El sonido del timbre se escuchó en ese momento, Camus salió de su habitación y bajó rápidamente por las escaleras.
Les había pasado a dejar una nota en la cocina a sus padres avisando que llegaría un poco tarde ya que estaría en casa de Milo.

Al abrir la puerta el señor Antares lo esperaba con los brazos cruzados y recargado en su auto.

Se quedó sin palabras al ver el atuendo que Camus llevaba en esos momentos, esas prendas rojas, ese brillo en sus labios y sus uñas...
Esas uñas pintadas en color escarlata eran su perdición, simplemente Camus lucía como su mayor loca fantasía.

- Ya estoy listo señor Antares.

Kardia esbozó una sonrisa, abrió la puerta del copiloto y espero que Camus se subiera.
Cuando estuvo adentro, cerró y rodeo su auto para tomar su lugar, ambos se abrocharon los cinturones de seguridad y colocó sus manos sobre el volante.

- Espero que te guste ir al cine ángel escarlata.

¿Cine?
Sabía que era obra de Milo, sin duda ese bichito tenía que ver en esto, se lo había dicho en la mañana... Kardia quería saber sus gustos y preferencias de Camus.
¿Que otras sorpresas le aguardarán?

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