Solo quedaban las gotas de la llovizna en el cristal del taxi, empañando una pequeña parte de el con mi aliento dibuje un corazón, la verdad estaba cansado y no tenia ganas de ir a trabajar, pero quien me manda a quedarme leyendo un libro asta las 3 de la mañana, obvio nadie mas que yo. siendo sincero es solitario vivir solo y los únicos que me acompañan son las historia que me dan los libros que he ido leyendo.
solo visualizaba calles y edificios empapados por la lluvia que había caído hace minutos atrás, el cielo nublado y gris diciendo que estaría todo el día de hoy así, y yo por la prisa de agarrar un taxi se me olvido la sombrilla, y aparte cargar el celular ,tendría que sobrevivir con el 10% de carga durante todas las horas de mi trabajo, empezando mal el día de hoy Gabriel.
-Disculpe señor me podría decir la hora por favor-pidiéndole la hora al taxista me da una mirada por el retrovisor con cara de pocos amigos
- y que no traes celular
-tiene poca batería, prefiero no prenderlo
-son las 6:50-poniendo de nuevo su vista en la carretera alcanzo a escuchar un bufido
- Ni que fuera vaca- reí internamente cuando siento mi cara estamparse con el asiento de adelante
-lo siento joven un semáforo- dijo sin disimular su sonrisa
-no se preocupe señor- tronco de madrazo que me lleve, quería decirle algo pero divise que ya había llegado a mi lugar de trabajo-aquí señor , gracias- ¿enserio? ¿nada?
enserio que hoy no era mi día, al entrar a la pequeña tienda de café todo era calmado, en ella siempre tenia un prominente olor a café que me inundaban la fosas nasales, era agradable desde mis compañero de trabajo asta los clientes que venían, fui a la parte de atrás a cambiarme por el uniforme de trabajo, en eso me encuentro Mirian la dueña del café.
-sabes que hora es Gabriel-su mirada un tanto enojada me miraba de abajo asía arriba
-señora Mirian que hermosa esta usted el día de hoy-sonrió con cierta pena
-si claro y entonces me vas a explicar-
-es que había un accidente y pues....-me cuestiono con la mirada sintiéndome incapaz de mentir -me dormí leyendo un libro y llegue tarde una disculpa señora Mirian.
-si ya se me asía, te conozco Gabriel ándale a trabajar- caminando junto a mi me da una nalgada
- pero que descarada señora, no me manosee- entre cierro los ojos a modo de enojo
-si si ya a trabajar
-pues de que me queda- la verdad como enojarse con esta señora.
me puse al frente del mostrador para así poder despachar, es tranquilo el lugar no muy grande pero con lindo ambiente, muchas plantas para mi gusto pero muy como para subir fotos al Instagram, trabajo junto a tres persona, Alonso que esta limpiando las mesas, es algo burlón pero que le hacemos ese es su encanto, pero buen amigo, Susan que tubo que tomar el día libre para su examen de universidad, digamos que es un poco temperamental por todo se agita asta por la mas mínima cosa que no le parezca y la señora Mirian la dueña de la tienda una señora amable pero algo alocada para su edad, y una cosa al tener 41 años no parece de su edad, se ve mucho mas joven la señora, a un recuerdo la vez que vine a pedir trabajo fue un día igual a hoy, entre empapado a la tienda buscando empleo creo que le di algo de lastima a la señora Mirian y me contrato.
Tan metido en mis pensamientos estaba que no me di cuenta cuando sonó la campanita de la puerta, fue asta entonces que la vi, esa mirada que por pocos segundos mantuvimos, solo me costo mirarla para que se me paralizara el corazón y volvieran a latir de una manera tan rápido que creí que me daría un paro cardiaco.
-disculpa si me puede dar un capuchino por favor- que voz
si...si claro para be....beber a qui o para llevar- tranquilo Gabriel no te alteres
-para llevar-no se pero me emocione ¿por que ? ni yo lo se, solo se que es simplemente hermosa ¿cursi? lo soy
-cla.. claro en unos minutos- calma Gabriel que no eres tartamudo.
su nombre es Eliza y viene de ves en cuando a pedir un capuchino o una carlota, me enamore de ella cuando estaba en mi tiempo de descanso leyendo un libro tan concentrado que no la avía notado fue cuando me pregunto del autor diciendo que ya lo había leído y que era un muy buen libro congeniamos tan bien ese día que nos la pasamos ablando el tiempo que duro mi descanso, pero desde hay no hemos hablado mucho.
quisiera pedirle una cita pero tiene novio, un chico que se ve que tiene dinero y que mas decir si tiene una cara apuesta, lo opuesto a a mi claro, pensaba mientras preparaba la orden.
- ablando del rey de roma y el que se asoma- hay estaba su novio dirigiéndose a la mesa y pararse junto a ella, agarrándola de la barbilla para besarla, tanto me les quede observando que voltearon ambos asta donde yo estaba fue algo incomodo que no supe ni que hacer en ese momento.
-este um ya esta el ¡capuchino! que ordeno- fue lo primero que se me vino a la mente para disimular mi obvia incomodes, dirigiéndose ambos hasía mi Eliza agarro el capuchino y pago.
-gracias Gabriel- si se acordó de mi nombre, o por dios tranquilo hombre tu puedes
-claro ..algo mas Eliza-sonrío a modo de que vea que me agrado lo que dijo
-este hum Eliza que tal una carlota amor son tus favoritas yo invito-voltio hasía mi con mirada de enojo
-wo Paolo te acuerdas de lo que me gusta que lindo- tks si que lindo, lindo mi trasero
-pues obvio amor eres MI novia, una carlota por favor- presumido
-claro un segundo- me agache ala vitrina de los postres para alcanzar la carlota, estaba tan celoso que empecé hacerle caras por lo debajo cuando se agacha Paolo
-ho quiere de durazno, esa estaría bien- agachado apunto la carlota de durazno para luego mirarme y sonreírme, que descarado
-Aqui esta serian $30-estire mi brazo tanto que casi le estampo el postre en la cara
-ten..Gabriel cierto? para la otra trata de no hacer muecas a los clientes ¿si?-me quede perplejo ¿me vio? o dios que vergüenza ¿vergüenza? por que, si me cae mal, seria que bien que me vio. idiota
Agarrados de la mano se fueron de la tienda, queriendo lo que ellos tenían, pero no eso nunca me pasaría y mas con ella, tanto fue mi tristeza que suspire.
-la chica te tiene babeando, mijo, ve y róbasela al chico bonito, capas y tu la complaces mas, si sabes de lo que estoy hablando-con un movimiento de cejas sabia a lo que se refería la señora Mirian.
-diablos señora Mirian, pero que atrevida- dijo Alonso para comenzar a reírse
-puras mamadas hablan deberás - les lance una mirada seria
-echas y habladas cariño- guiña un ojo
-¡Doña Mirian!
espero y les guste este primer capitulo, les agradecería mucho que votaran y compartieran sus comentarios amores.
estaré publicando mas seguido viernes o sábados asta entonces, estense al pendiente.
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Bajo A Millones De Gotas [#1]
Teen Fiction-Gabriel dicen que cundo amas a alguien, tienes que dejarlo ir, pero para mi parece de lo más absurdo -pues para mi no, sabría que si no la pude hacer feliz y darle todo lo que se merecía lo haría al lado de alguien mas -sin embargo mientras que esa...