CAP 3

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-Y tú que haces por aquí- la miro

- como que, por aquí, si para ir a mi casa ahuevo tengo que pasar por aquí-

-si es cierto verdad- disimula una pequeña risa.

-y como te fue hoy, de seguro aburridos sin mi presencia verdad-con su mano da un pequeño golpe en su cabello para que este se moviera de su hombro- lo sé, yo les alegro el día

- ya quisieras si hoy fue un día inolvidable-bufo, si de por si traía un sueño que ya no aguantaba súmenle el nuevo dolor de cabeza que le estaba dando- genial

- y eso, ha ya se la señora mirian les dio pastel gratis otra vez- fingió llorar con la mano en el pecho, realmente exagera esta mujer-las mejores cosas pasan cuando yo no estoy

-pues estas mal mujer, fue un día de mierda para mi-recordar me aumenta el dolor que me está dando-mejor le hubiera dicho a mirian que no vendría hoy, así me podría haber evitado las molestias que cause.

-déjate de chachara, ya dime -dijo de forma autoritaria, si en verdad paso algo grabe tenía que saber rápido y mas si se trataba de Gabriel.

-pues ya sabes que me desvelo leyendo novelas- dio una mirada hacia el suelo, aparte del cansancio sentía un poco de vergüenza en ese momento- y pues me dormí un poco tarde.

-cuanto-dijo mirándolo, de hecho, ya se imaginaba a qué hora se vino acostando, de hecho, lo conocía también, que a beses malinterpretaba ella sola su amistad.

-3 horas nomas- sonrió al ver el tallón de mano de Susan sobre su cara-y pues llegue al trabajo con un sueño, que dios sabe de dónde saque fuerza para no dormirme en todo el día, y cometí algunos errores como romper la bajilla-un pesado suspiro dio para poder decir lo último-y pues moje a un señor con un café caliente, le pedí disculpas barias veces, pero tanto fue su enojo que por poco y me da la golpiza de mi vida-

-pero no te pego cierto-con un leve movimiento de cabeza negué-que alivio

-un alivio muy grande y gracias a su esposa, que, si no hubiera intervenido capas y ahorita estuviera tres metros bajo tierra, paso eso, sumándole las mentadas de madre de doña mirian- vio como de repente dejo de llover para dejar solo un frio viento.

-hay Gabriel solo eso te pasa eso a ti, que te he dicho, duerme adecuadamente, si no te lo digo yo quien te lo dirá-su sombrilla seguía tapándolos, a pesar de que había dejado de llover-ves solo era un agua espanta pendeos.

-sabes, ya paramos aquí me duele un montón la cabeza, como si no tuviera con las regañizas que tuve hoy, ahora tú, ya me voy-

-ya ya ya me calmo, y no te estoy regañando, solo me preocupo, ven aquí- le rodeo el brazo por el cuello, Susan era un poco más alta que Gabriel, y eso le molestaba a él, pero no decía nada ya que le gustaba la compañía de la otra- verdad que no andas enojado conmigo, mi ángel- agarro con su mano libre los cachetes de Gabriel, ¿Le molestaba Susan a veces? Si, pero Susan se había vuelto su mejor amiga al momento de entrar a la cafetería, como odiarla, la amaba, pero en este momento con dolor de cabeza, no quería a nadie solo dormir en su dulce cama.

- sabes que no, te quiero un chingo y lo sabes, solo que en verdad tengo mucho sueño, quiero llegar a acostarme para que se me quite lo de la cabeza- por donde pasaban, estaban tiradas un montón de bolsas de basura, en momentos como estos, hasta las bolsas sucias se miraban muy cómodas

Pum pum pum a gran velocidad palpitaba el corazón de Susan, joder si que unas simples palabras podían emocionar a alguien- wao, Gabriel yo también – y claro que no perdería una oportunidad para poder abrazarlo, lo abrazo, para darle un beso fugaz en el cachete – te dejo ya me voy -terminándolo solo pudo decir eso para ponerse a correr a una tienda, la verdad le dio tanta vergüenza que ni lo quiso mirar a la cara.

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⏰ Última actualización: Oct 06, 2022 ⏰

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Bajo A Millones De Gotas [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora