Capítulo 26. ¿Sasha Castro?

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-Rubius, ¿podrías fingir ser mi novio? ¿Y podría decir que estoy contigo en tu apartamento?- lo mire con cara de cachorro para que dijese si. Todo eso lo había dicho en susurro, él solo asintió con la cabeza y volví a la llamada con mi madre que ya estaba en altavoz desde que acepte la llamada- Estoy en el apartamento de Rubén-

-¿Quién es Rubén?- pregunto mi madre

-Mi...Mi novio mamá-

-Hija no nos contaste!- dijo mi madre su tono de preocupación paso a uno de felicidad y luego a uno de seriedad- igual ve para tú apartamento y alista las cosas para una semana rápido.-

-Pero- me interrumpió mi madre

-nada de peros, si quieres dile al tal Rubén que si quiere venir que puede así lo conocemos, rápido que estaré en 15 o 10 minutos- me corto la llamada y mire a Rubén

-¿Aceptas?- pregunte con cara de duda

-Esta bien pero tengo que cambiarme e ir hasta mi apartamento por las cosas-

-después te preguntare cosas, pero ¿no puedes llamar a Mangel para que traiga las cosas?-

-ya va para- dijo marco rápido en su móvil y yo fui a preparar mis cosas 5 minutos después suena el timbre de la puerta- Es Mangel yo iré!- avisa Rubius, me fui con la mochila llena de cosas a la sala y luego de minutos golpes en la puerta voy y en Rubius con otra mochila- listo ahora a esperar ¿o puedo cambiarme la ropa?- pregunto

-Cámbiate por si acaso- dije se fue en muy poco tiempo volví y al tomar su mochila el timbre volvió a sonar bajamos y allí patrullas policiales, y mi madre bien arreglada, si ella trabaja hasta por la madrugada.

-Hija!- dijo para acercarse rápido y darme un abrazo- que bueno que estés bien vamos ¿y él es Rubén?- pregunto mirándolo fijamente pero con una sonrisas amistosa

-Un gusto señorita Sasha Castro- saludo amable Rubén con una notoria sonrisa falsa, pero mi madre no se dio cuenta. Y algo más note fue el nerviosismo de Rubén y no me quedaba atrás, ¿Cómo sabía que mi madre se apellidaba Castro y más que se llamaba Sasha?

-El gusto es mío Joven y ahora síganme vamos a casa- dijo mi madre la seguimos hasta su auto. Mierda había olvidado que ella tiene un Ferrari blanco ¿Cómo vamos a ir?

-Mamá ¿eh como vamos?-

-Ah, cierto. Pues sois pareja ¿no? Ya te imaginas como. Rubén que se siente primero y te cargue en su regazo-

-Ah...- dije pensativa

Asesino. |Rubius| [-PAUSA-]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora