4.Tártaro

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Kira

En un silencio incomodo, avance tras el misterioso guardia por los pasillos oscuros de la cárcel nos dirigimos por una intercesión diferente, una que no había visto nunca. Salimos hacia unas escaleras con forma de caracol, a los lados de la las paredes habían pequeñas antorchas de fuego alumbraban el camino, mientras descendíamos la curiosidad y la ansiedad corría por mis venas.

 Alcé una de mis manos encadenadas para limpiar las gotas de sudor que bajaban por mi frente. Nuestros pasos eran el único sonido que se podía escuchar, el olor a moho invadían mis fosas nasales. Nos acercábamos hacia el fin de las escaleras de metal cuando a lo lejos, pude divisar una puerta de metal sólido, y a su lado un panel de hulla dactilar.

302 avanzó hasta el panel y regreso a ver sobre su hombro en mi dirección, dándome una mirada de advertencia antes de voltearse mientras se despojaba de sus guantes oscuros, y depositar su mano en el panel. Al instante, el sistema registró la palma de su mano otorgándole el acceso. El cruzo a través de la puerta, jalando de la cadena que ataba mis manos, lo seguí con paso nervioso al mismo tiempo que todos mis sentidos se ponían en alerta.

 A lo lejos del estrecho pasillo podía escuchar gritos de emoción, como si se tratase de un partido de futbol o algún concierto, pero estos gritos eran diferentes. En cuanto más nos acercábamos, mayor era el bullicio de la multitud. Finalmente travesamos el oscuro pasillo, nos encontrábamos al inicio de lo que me pareció ser un enorme laberinto.

La gente que se encontraba animando con gritos ensordecedores, no era nada menos que los mismos prisioneros, quedé sorprendida al ver la cantidad de personas que se encontraban peleado. En las grandes pantallas se mostraba a los luchadores unos contra otros tiraban a matar sin importar nada, como si acabar con la vida de sus oponentes, fuese una cuestión de vida o muerte. 

Y en la parte superior, en un palco aún más alejado de la barbarie se encontraban más personas, sin embargo estas no lucían como prisioneros, por el contrario lucían como personas adineradas que disfrutaban del escalofriante espectáculo.El enojo hervía entre mis venas, sin embargo me mentalizaba para lo que estaría a punto de suceder, me harían pelear como un animal de gallinero, 302 me guió hasta el vestíbulo, donde un montón de luchadores se encontraban preparándose para salir a escena. Se respiraba un ambiente tenso, la pista interior se veía casi teñida de rojo.

Había estantes llenos de armas como: cuchillos, dagas, machetes, flechas y todo tipo de armamentos corto punzantes. Varios de los presentes me echaron algunas miradas entre curiosas y desafiantes, sin embargo no me dejé intimidar, me acerque con paso firme hasta uno de los estantes tome algunas dagas y las coloque en mis bolsillos, y para las manos escogí las dos últimas Katanas. Medí cuanto peso estaba cargando y me dispuse a volver con 302, quien me quito las cadenas y me guió hasta la fila de salida.

—Primera vez, ¿cierto? —Dijo una voz femenina, en un tono desafiante.

—No es asunto tuyo—Rebatí en el mismo tono.

—Me voy a divertir contigo, lagartija.

—Así asustabas, a todos en la escuela?

A nuestro alrededor se escucharon algunas rizas de fondo.

—Voy hacerte pagar por tu insolencia.

—Quiero verte intentándolo. —Repuse en el mismo tono.

No pude escuchar lo que contestó, ya que la fila comenzaba a moverse hacia la pista. Tomé aire por la boca una y otra vez, desde aquí podía ver restos de órganos esparcidos por la arena mientras avanzaba, el presentador iba anunciando a cada participante. Cuando ya estaba cerca de la tarima.

El pregunto por mí nombre no dude en decir: ''Amazona'' al instante el presentador me observo con curiosidad sin embargo no me cuestiono al respecto; la adrenalina corría por mis venas, el sonido de la campana activo mis pasos a mi lado, los demás competidores avanzaban seguros.

 Cada uno corrió hacia una entrada, me adentre en el laberinto las reglas eran simples ya que no existían, cuando nuevamente la campana los sobrevivientes pasan a la siguiente ronda.Avance con pasos sigilosos, las paredes del laberinto eran altas.

Mismas que terminaban con forma de picos no sabía que me esperaba cuando de pronto una lluvia de flechas caían en mi dirección, esquive algunas como pude y me adentre más protegiéndome con las paredes corrí hasta que las desvié, puse mis sentidos en alerta y me preparé para enfrentarme al sujeto tatuado que venía hacia mí con un mazo de metal, permití que diera el primer golpe mismo detuve y lo herí en la pierna, este retrocedió mirándome con rabia.

El volvió al ataque mientras yo solo pretendía esquivarlo, cansándole lo suficiente para atacar. El último golpe que iba dirigido a una de mis costillas, aproveche su descuido le di una de sus piernas haciéndolo perder el equilibrio, y con la mano izquierda hundí mi katana en su costado derecho hasta hacerlo sangrar, no volví por la katana continúe por otro oponente. Se trataba de una mujer sonreí de lado esta vez fui la primera en atacar con mi Katana, ella esquivo el golpe de mi arma y me sonrió como si disfrutara verme fallar.

Respondió al instante con la suya mientras avanzábamos hacia una curva sinuosa me sentía sin escapatoria, arremetí con más fuerza y rapidez realizando un truco de esgrima para desarmarla misma que fallo cuando ella realizo con su espada un bloqueo doble con pada, lo cual hizo que cayera al suelo estrepitosamente escuche el sonido seco que hizo mi hombro derecho, el aire había abandonado mis pulmones.

 Me arrastré en el suelo buscando mi Katana, pero la patada que me proporciono me mantuvo en mi lugar, en aquel momento pensé que era mi fin. Me volteé hasta quedar boca abajo tomando aire, mi oponente avanzo con pasos lentos hondeando su espada, estaba segura de su victoria, tome un puñado de arena y me prepare permití que estuviese cerca, escuche a la multitud tras de mi incentivando a que terminara el embiste.

Con la poca fuerza que pude lancé la tierra en dirección a su rostro para mi suerte dio en el blanco, esta retrocedió por la sorpresa y con sus manos intentando liberar sus ojos, aproveche la distracción para barrer sus pies con los míos haciéndole caer, saque una de mis dagas y le lance una al cuello en un punto exacto las manos que estaban cubriendo los ojos no tardaron en descender al cuello.

La multitud estaba enloquecida me levante como pude mientras el brillo de vida abandonaba mi oponente. Continúe avanzando hasta toparme con más oponentes, no fue fácil más no me detuve a ver el camino de cadáveres, hasta que llegue al punto de encuentro el cual era toda una odisea, en varias ocasiones tuve que luchar con más de tres hombres me encontraba cojeando para cuando por fin sonó la dichosa campana.

De todos los que pisaron la pista sol unos cuantos salieron con vida, la multitud estaba eufórica, mientras gritaban un solo nombre, Amazona varios reflectores apuntaron hacia mi dirección, y en las grandes pantallas apareció mi rostro con tierra y estos de sangre, no me sentí orgullosa por lo que hice allá, me dispuse a salir cuando sentí que fue suficiente mis extremidades ardían por el esfuerzo. 

Me reuní con 302, el cual solo me dio un asentimiento de cabeza antes de disponerse a encadenarme y a llevarme con él, nos perdimos en la multitud camino de vuelta, no sé porque pero me sentí observada y giré la cabeza hacia atrás sin embargo no hallé a nadie, pero la sombra de un hombre capto mi atención, 302 tiró de la cadena impidiéndome identificar al sujeto.


NOTA: Disfrute mucho escribiendo este capitulo,espero que se de vuestro agrado, poco a poco nos vamos acercando al pico de la historia, nos vemos pronto.
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@detected_autora

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