Muchos secretos giran alrededor de la familia Argent, pues ya es hora de desempolvar el historial y para ello Kira, tendrá que hacer una peligrosa alianza, con uno de los grupos delictivos más peligrosos del mundo.
En su camino entre el bien y el m...
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Kira
Más de un mes ha ya pasado desde que me encuentro peleando en este laberinto, y por alguna razón me cambiaron de celda aunque al parecer, tengo a un soplón metiendo las narices en mis asuntos, con Zulú hemos estado analizando todos los movimientos de los vigilantes.
Entradas, salidas, pero sobre todo los tiempos vacíos y puntos vulnerables, siempre a la esera de una oportunidad que nos permita escapar, mediante un intermediario Zulú consiguió hacer llegar a Barb el dispositivo sin embargo no hemos tenido respuesta de ella.
Esquivo otro golpe de mi oponente aprovechando para sacar una de mis dagas, me agacho barriendo sus piernas él lo evita con una acrobacia limpia con ambas piernas cayendo de forma ágil, limpio el rastro de sangre que brota por mi labio inferior antes de volver al ataque.Mi adrenalina va en aumento mientras arremeto contra el en una combinación de puños y patadas, el corazón late fuerte contra mi pecho, miró fijamente su anatomía buscando algún punto débil.
Me muevo con rapidez, con una acrobacia enredo mis piernas hasta alcanzar su cuello utilizando la técnica del escorpión, el intenta zafarse atacando mis piernas de manera desesperada, se tira al suelo batallando por su vida pero su final es inevitable, fuerzo más el agarre bloqueando el acceso de oxígeno girando sobre su eje.
Cuando sus golpes a mis piernas son más lentos comienzo a sentir la debilidad de su cuerpo, empleando una de mis dagas más finas corto su vena carótida, en el acto mis manos quedan manchadas y a su alrededor poco a poco se va formando un charco de sangre, procedo levantarme del suelo sacudiendo mis brazos.
La multitud enloquece, más yo no me detengo. Las extremidades de mi cuerpo duelen a cada paso tengo la garganta seca, más la sed de ganar y luchar por buscar una salida me infunden aliento, estoy en la recta final me he enfrentado a cada oponente de este lugar. O al menos eso es lo que yo creo, cuando de pronto por los altavoces se escucha un...
— ¡Damas y caballeros bienvenidos a la recta final de los juegos del Tártaro!
Anuncia el presentador, la multitud grita con grán entusiasmo, mi rostro ensangrentado ocupa las pantallas cuando enfocan en mí dirección.
— ¡Porque ustedes lo han pedido, Hoy tendremos a la Amazona y a nuestro campeón en la pista!
Escucho atención mientras observo a mí alrededor con curiosidad, cuando de pronto, el techo se abre dando paso a una enorme jaula de metal, la cual comienza a descender lentamente al tiempo que el bullicio en las gradas incrementa a medida que llega al suelo.
— ¡Aquí esta, la Leyenda, nada más y nada menos que el KAANIMAA!
El ambiente se pone tenso, la figura masculina que se encuentra ante mí emana un aire dominante, no logro descifrar que sentimiento me causa pero el escalofrió recorre mi columna vertebral al mismo tiempo que todos mis sentidos se activan poniéndome en alerta, una cosa es segura sea quien sea emana temor y respeto entre las filas del Tártaro.
