T R E S

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Su turno era doble, junto con el poco descanso... Solo pudo caer rendido en una silla cercana a la habitación de su insoportable paciente.

Si, ahí estaba de nuevo el mismo sueño o mas bien la misma pesadilla, esos fieros ojos rojos lo miraban fijamente.

—¿Todavía me amas? Por favor mátalo si aun me amas.

Lo demás resulta ciertamente borroso, llevando al joven pecoso a despertarse. El ambiente donde estaba no ayudaba. Las luces parpadeaban, el tic tac del reloj lo volvía loco y ese llanto... Cada vez mas fuerte a cada minuto que pasaba... No lo entendía los niños estaban hasta el séptimo piso... 

Sentía como las paredes cambiaban, era su evidente cansancio tal vez, pero en lugar de ser blancas y lisas... Estaban desgastadas, con golpes y sangre que escribía la misma fecha.

20 de abril del 2002...

—¿20 de abril...?

"Lo has olvidado Deku, no importa todo estará bien"

—¿Qué olvide?... por enésima vez ¿Quién eres?—decía entre susurros apenas audibles, la razón los que estaban a su alrededor pensarían que esta demente... 

¿Demente?... Si tan demente...Como el... 

La noche paso en silencio... Solo esperaba con ansias el llegar a casa...

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.

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—Buenas días Izuku—saludo Uraraka acompañada de sus amigos.

—Yaoyorozu nos conto sobre tu paciente, ahora entiendo porque me pediste ayuda—dijo serio el joven bicolor.

—Chicos no podemos quitarle el tiempo, trabajo todo el día necesita descansar—dijo el encargado de la sección Iida.

—No tengo sueño... Al menos no desde hace tres meses—susurro lo ultimo, era cierto... Sus noches de descanso se iban entre pesadillas de un joven que posiblemente nunca conoció o al menos... No recuerda haberlo visto...

"Por favor... Mátalo... has lo mismo que el hizo"

Sus impulsos crecían.

¡MATALO! 

El lo sabia, su cordura por momentos se rompía... Llegando la fascinación por aquel liquido rojo... 

¡SANGRE! 

Reía sin aparente razón, los jovenes a su lado solo lo miraban un tanto extrañados...

¿Dónde estaba el chico torpe y amable? Ahora solo parecía uno de los múltiples pacientes de aquel hospital.

—¿Midoriya?—Pregunto la chica morena

—¿Ah? Perdón es solo que recordé algo que me contaron.

¡MIENTE!

¡VAMOS SIGUE TUS IMPULSOS DEKU!

—Nos vemos tengo que descansar.

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El día transcurrió con normalidad en el hospital. Aparentemente.

El sonido recurrente del reloj a medianoche.

Tic... Tac...

El joven desconocido entro...

Tic... Tac...

Con una aura oscura...

Tic... Tac...

Hospital psiquiátricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora