04. Dislexia, amor y otras enfermedades

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No es que sea una persona muy relevante para la trama, pero supongo que merecen al menos un poco de contexto sobre la Señorita Novia Tóxica del Señor Escritor.

Fácilmente resumido en S.N.T.S.E... O Karla. Con K.

¿De Kstrosa? Puede ser.

Lo cierto es que ella y nuestro querido Señor Escritor se conocen desde los dieciséis o por ahí, estudiaban juntos y ella era nueva en la ciudad. Historia corta: él fue amable y ella se aferró a él como garrapata a perro callejero.

Vale, no es que sea mala chica. De hecho, cuando está tranquila es agradable y hasta divertida pero joder, ¡qué tóxica es!

Nadie olvidará el día en que estampó el celular de Basil contra el suelo. Era el cumpleaños de Karla y según ella estaba tonteando con otra en sus narices, se puso histérica, le arrebató el celular y lo arrojó como si nada.

La pobre Karla se quiso morir cuando se enteró de que se trataba de la hermana de Basil anunciando su embarazo. Pasó no sé cuantos meses pidiendo perdón e incluso le compró otro teléfono, aunque bueno... Era lo mínimo que podía hacer.

Tampoco es por hacerla ver como una loca, realmente eso fue lo más grave que llegó a hacer y fue hace bastante tiempo. Basil, a pesar de todo, le sigue guardando cierto... aprecio.

Quizás por eso la sigue recibiendo cada vez que vuelve luego de ponerse paranoica.

Por lo general, sus dramas empiezan con un: nunca me prestas atención. Luego hace una mezcla entre "hay alguien más" y "te importan más tus malditos libros que yo" finalmente siempre hay un "no hago más que dar sin recibir" y luego se desaparece por unas semanas antes de volver a aparecer diciendo que exageró.

Cualquier persona normal ya habría cortado con todo ese drama hace bastante tiempo. Pero el tan sólo pensar en tener que soportar los gritos, llantos y ataques de rabia por parte de Karla hace que un sentimiento de pereza invada el cuerpo del Señor Escritor... O quizás eso no era más que una excusa, pero tampoco es como si me incumbiese hablar mucho sobre eso.

Años de lidiar con ella le enseñaron que no importa si se esfuerza al máximo para ser el mejor novio del maldito mundo, siempre habrá algún problema que ella le recrimine, así que ya ni siquiera se esfuerza por intentar mantenerla contenta cuando ella misma maneja a todos los personajes de la película que se arma en su mente.

Es viernes. Karla escribió justo en una hora en la que él no estaba realmente ocupado o distraído, así que se encontró con la versión más amable, agradable y cariñosa del Señor Escritor.

No es que fuese mucho de usar apodos melosos como, "cielo", "amor", "bebé" o "cariño". Pero si la trató con el mismo afecto de un amigo cercano.

Charlaron un rato, honestamente, ni siquiera me acuerdo sobre qué estaban hablando. Sólo recuerdo lo importante, que muy en resumen era:

<¿Qué haces mañana?

>No lo sé, ¿existir?

<Baaaaaaassss :cc

>Vale, vale.

>Nada por el día, de noche trabajo.

<¿Trabajas?

>Sí, soy Batman.

<Baaaaaaaas:)

>¿Sabías que reír es bueno para la salud? Deberías intentarlo alguna vez.

<Sigues trabajando en el bar.

>¿Si ya sabes para qué preguntas?

<En el bar.

Hablar de Arte en las Bancas del ParqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora