Wanderlust

21 | Primicias

Gracias a Dios Taehyung iba a tener una cita con Jungkook esa noche, de lo contrario, él no habría dejado de pensar en su última conversación con Jimin, todavía atormentándolo.

Sin embargo, no hubiera dejado que nada se interpusiera en pasar un momento de calidad con su novio, especialmente ahora que ellos tenían tantas cosas para celebrar: la nueva incursión de Jungkook en el campo de la fotografía, su padre finalmente los había aceptado como pareja y así.

Viendo hacía atrás cuando era un adolescente calenturiento babeando por las fotos de BunnyBoy y entrando en pánico cada vez que se mencionada su nombre, lo convirtió de alguna manera. ¿Quién hubiera pensado que al final él se hubiera ganado el corazón del chico? Honestamente todo se sentía como un sueño. Y si es que en realidad era uno, no estaba dispuesto a despertarse en cualquier momento.

Taehyung no había terminado de cambiarse en el otro cuarto, haciéndole creer a Jungkook que estaba planeando vestir algo extremadamente elegante para su cena romántica, mientras tanto, él tenía una camisa sencilla blanca de lino sobre un par de pantalones ajustados que resaltaban sus muslos esculpidos. Y así él esperaba y esperaba en la puerta principal por minutos interminables, hasta que finalmente vio a Taehyung que se le iba acercando de lo lejos.

Él estaba deslumbrante.

Llevaba puesto un elegante traje negro y una corbata que le hacía juego, su cabello azul sedoso y suave y su piel color caramelo brillaba en la penumbra. Y la mejor parte de todo esto... estaba vestido de Gucci.

Jungkook quedó boquiabierto al ver a su amado lucir tan hermoso sin ningún esfuerzo, dejando en vergüenza a los modelos. Los ojos del chico mayor brillaban al verlo parado junto a la puerta principal, una tímida sonrisa formándose en sus labios mientras envolvía un brazo al rededor de su cincelada cintura, jalándolo más cerca para un suave piquito en los labios.

Era algo propio de ellos.

"Sabes que te he estado esperando por horas" el menor se quejó, mirando a Tae a través de ojos entrecerrados, contemplando sus rasgos perfectos.

"Prometo que haré que valga la pena tu espera" su novio respondió dándole una sonrisa sinuosa que era tan encantadora como intimidante.

¿Qué es lo que tenía en mente esta vez?

Y así ellos entraron en el auto y condujeron hacia la asignada ubicación. Era un hotel de estilo Frances de cinco estrellas en el centro de Busan, completo con un lujoso restaurante, un jacuzzi y otras cosas para las que Taehyung había estado ahorrando por meses para poder costeárselas. El lugar exudaba lujo y opulencia, al punto que Jungkook sintió un poco de incomodidad al estar rodeado de tanta gente de clase alta.

Claro, él era moderadamente adinerado y había estado en una buena cantidad de fiestas sofisticadas y elegantes cenas, pero el nivel de finura que ostentaba ese lugar no podía ser comparado a lo que el estaba acostumbrado.

Su novio, por otro lado, parecía estar familiarizado con ese tipo de vida como si no hubiera pasado su vida entera siendo un estudiante universitario en bancarrota, luchando por costearse su matricula de estudios. Y aun así allí estaba él, presumiendo su atuendo hecho a medida con la postura de alguien que sabe cuan hermoso es.

Ahora, una vez dentro del hotel, fueron arriba ala terraza para la reservación de su cena. El aire estaba frio, un olor embriagante de velas con aroma a vainilla dando la bienvenida a los chicos en ese lugar de ensueño.

Y así ellos finalmente se sentaron en su mesa para dos, finamente decoradas con servilletas de seda y elegantes manteles, un mesero se acercó a ellos en el momento en que tomaron asiento. Buenas noches. "¿Le gustaría algo de beber?" preguntó cortésmente el hombre, entregándoles el menú.