ALMAS DESIERTAS

CAPITULO 4

Visita de mamá

Han pasado cuatro meses desde que no veo a mamá, extraño su cariño y palabras de consuelo, pero a la misma vez no se si me daría palabras de consuelo en un momento como este, siento que mas bien ella se derrumbaría y no podría con otra noticia como esta.

Llego a la casa un poco cansada, después de pasar tres horas en la biblioteca tratando de estudiar, pero la verdad me fue imposible concentrarme, los días se me hacen eternos y siento que me estoy hundiendo, solo quisiera una mano que me saque de este precipicio en el que, quisiera devolver el tiempo, nacer de nuevo y no cometer los mismos errores que antes, pero se que eso es imposible.

Cuando Nicole pensó esas palabras no creía que nacer y empezar de nuevo si era posible, que era posible quedar en cero de esa cantidad de errores, que era posible una nueva vida y lo mejor de todo, eso tenia gran recompensa.

                                      El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios 

Juan 3:3

Cuando abro la puerta me encuentro con el rostro de mi mama, su cara de felicidad se apaga apenas me ve, me observa de pies a cabeza con demasiada preocupación, cuando percato esto, me lanzo sobre ella para abrazarla, llevo mis labios hacia su mejilla, y le trueno un beso mientras le digo que la extrañe demasiado, incluso mas de lo que le podría decir, es irónico que cuando somos jóvenes queremos a toda costa independizarnos y vivir lejos de los sermones de nuestros padres, pero de pronto de estrellas con la vida de adulto y solo quieres hacerte un ovillo en tu habitación mientras comes un poco de helado, si es que te alcanza el dinero.

-Hija estas hermosa ¿quieres comer? te hice el arroz con coco frito que tanto te gusta y pollo con ensalada de pepino, debes tener mucha hambre si vienes de la universidad.

Sabia que no me veía hermosa, lo pode ver en su mirada aunque sus palabras fueran diferentes.

- Mmm que rico, claro que si, me encantaría... Voy a cambiarme mientras me sirves.

Cuando entre en mi cuarto mis lagrimas empezaron a brotar, mientras me quitaba la ropa podía observar mi cuerpo en el espejo, mis ojeras, ms grandes ojeras era notables, mi delgado cuerpo, comencé a recordar a cuando estaba en casa y lo único que me preocupaba y preguntaba era a que horas me bañaría y por que hacerlo era necesario.

- Nicole! se te va enfriar la comida. Grita mi mamá sacándome de mis pensamientos

- Voy!

Me coloco una sudadera y me dirijo hacia la cocina, cuando veo a mi mama de espaldas cocinando, las lagrimas brotan de mis ojos y la rodeo con mis brazos.

-Ma, te extrañe demasiado, por favor no te vayas.

Ella se voltea y yo me acurruco mi  cabeza en su pecho.

-Iba a ser una sorpresa, pero te lo voy a contar, nos vamos a venir a vivir todos acá, viene Rosa, Darlina y Daniel.

-En serio

- Si, ya que estas estudiando necesitas mas de mi apoyo, estoy muy orgullosa de ti.

le doy una pequeña sonrisa y me siento a comer ¿orgullosa de mi? no creo que sea por mucho tiempo, creo que se va a decepcionar de mi y nunca volverá a mirarme de esa manera.

Una semana después..

Aunque disfrute de la compañía de mi mama, ella tenia que regresar al pueblo para traer las cosas de la mudanza, eso requería al menos 15 días o mas para arrendar la casa, durante este tiempo lo haría, ya era una decisión tomada.

David contesta mis mensajes en la noche, esta estudiando y yendo a entrevistas de trabajo y  no tiene celular así que se conecta desde el celular de su mamá, encontré un lugar que parece seguro, le pedí que me acompañara y agendamos una cita.

Entramos a semanas de parciales y estamos a pocos días de salir a vacaciones.

- David, si vas a ir conmigo a la cita?

-Nicole, no estoy de acuerdo y no iré

-Pero no es una decisión solo tuya, yo llevo a ese bebe en el vientre y tu no has venido a verme hace casi un mes.

David no contesto a mi ultimo mensaje, he decidido ir sola.

Nicole se dirige hacia aquel lugar, cuando llega se da cuenta que es muy parecido a una clínica, muy organizado y eso le da mucha confianza, al entra la recibe una mujer muy amable que le explica todo el proceso.

-Señorita Nicole, quiero decirle que acá los abortos se realizan solo si cumple con aluna de las tres condiciones, la primera es que usted haya sido violada, la segunda es que este certificado que el feto tenga una mal formación que le dificulte vivir y la tercera es que el embarazo afecto su salud física o mental. Coménteme cual de esas es su situación.

Nicole empezó a hablar a cerca de como se veía en un futuro, en un futuro sin hijos, de como no tenia estabilidad económica y que su novio tampoco le daría una buena vida a su bebe, explico que no quería decepcionar  a su mama y le repitió a la psicóloga una y otra vez que estaba segura de su decisión.

Al terminar la psicóloga la observo por un momento, bajo la mirada y siguió escribiendo en su libreta.

-Esta bien, si esto le afecta tanto emocionalmente le doy la aprobación para que realice el proceso.

Nicole no sabia como sentirse, por un lado estaba segura, pero por otro lado sabia que estaba haciendo lo incorrecto, que esa pequeña criatura que estaba dentro de ella no tenia la culpa de nada.

El dinero para realizar el aborto era bastante, Nicole, ahorró para eso y cuando se sintió lista fue al lugar, ya había tomado una decisión.

Caminó hacia ese lugar sola y llena de terror, no paró de llorar en todo el proceso, la sangre corría entre su piernas, el dolor era incesante y miles de pensamientos venían a su mente, sin saber que capitulo seguía en su vida, ella solo quería cerrar el libro y no seguir leyendo, cada parte le dolía, había perdido su inocencia,  había decepcionado  a su familia, pero sobre todo, la presencia de Dios ya no estaba con ella. 

¿Dios la había abandonado o simplemente ella lo estaba ignorando?

Luego ella gritó: «¡Sansón, los filisteos se lanzan sobre ti!» Sansón despertó de su sueño y pensó: «Me escaparé como las otras veces, y me los quitaré de encima». Pero no sabía que el Señor lo había abandonado. Jueces 16:20

Tus malas decisiones harán que creas que siempre saldrás librado de lo que haces y crees que puedes fallar una y otra vez, ¿será siempre así? 

Hoy Dios te dice:

Ven, regresa

Extraño que me ames con pureza, que me pienses desde que tu día empieza, pero ahora la promesa, parece que es lo único que interesa

Ya mi voz no la escuchas, no te interesa saber cómo me siento

Onell Diaz