Capitulo II

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"Una ardiente multitud de ángeles en silencio dando amor, pero recibiendo nada a cambio".🔺People help the people - birdy.

Toda la semana estuve saliendo con Charlotte, hablaba con ella todo el tiempo, al fin de al cabo seria la única persona que extrañaría de aquí, me hace sonreír siempre, me escucha y me apoya en todos los aspectos.

Pero lamentablemente ya era la hora de despedirme, ¿quién será la primera en decir adiós? La hora de irme se acerca, ella lo sabe pues esta nerviosa, estamos sentadas en la mesa de su cocina. Ella juega con sus manos y me mira.

-Te juro que si no me llamas, te matare-.

-Te prometo que lo haré Charlotte- dije sonriendo.

Ella se tapo la cara con ambas manos.

-Oh vamos charlie, no llores, me harás llorar a mi, a parte no nos estamos despidiendo, nos volveremos a ver y tu siempre serás mi mejor amiga-.

-¿Siempre?-. Dijo levantando la cara completamente roja.

-Siempre mi pequeña florecita- dije sonriendo tímidamente.

Después nos abrazamos por un largo tiempo, no hay necesidad de decir nada, las palabras sobran.

Nos separamos, nos miramos y sonreí.

-Te quiero-.

-Yo te quiero mas Emma, por favor, cuídate mucho- dijo.

Asentí y me dirigí a mi casa, claramente tuve que ser fuerte con Charlotte, la conozco de toda la vida y era la primera vez que la dejaría de ver.

Tuve que sonreír y decirle que todo esta bien aunque por dentro tenía unas ganas inmensas de echarme a llorar con ella.

Llegue a mi casa, por suerte no esta ni Bob ni mamá. Esta noche sale mi vuelo, Subí ha hacer la maleta.

No llevare tantas cosas, por que la verdad casi no tengo nada presentable, alisto rápido todo y me arreglo.

Escucho ruidos abajo, ya llegaron, bajo las escaleras con la maleta y los veo parados en la puerta.

-Emma sube al auto- dice mi mamá con entusiasmo.

Esta demasiado feliz por que me voy a ir, no se en que momento me empezó a odiar tanto.

Me subo al asiento de copiloto y veo que mi mamá besa a Bob, el se despide de mi agitando la mano y yo hago como que no lo veo desviando la mirada.

Ella sube y arranca el auto.

-Hey- digo. - He pensado en preguntarte. ¿Puedo llamarte Alissa en vez de mamá?-.

-¿Por qué deberías de hacerlo?- pregunta.

-Amm no lo se, solo pregunto, digo no es como si tu te comportaras como una mamá y yo tampoco me comporto como una hija- digo.

-Haz lo que quieras- responde fastidiada.

El camino al aeropuerto no fue tan largo, se estacionó en un lugar para discapacitados y me miro.

-Ya- dijo.

-Okay, ¿no te molesta que me vaya?- pregunte con la esperanza que me digiera que se sentía triste, que me quería o simplemente que no seria lo mismo sin mi.

-Me da igual- respondió con indiferencia-.

-Bien, adiós Alissa.- Le di la mano y baje del auto.

La maleta casi no pesa nada, saque el boleto de avión de mi bolsa y se lo entregue a la joven del mostrador, tenía que esperar media hora para abordar.

No puedo evitar sentirme mal por mi mamá, yo se que soy muy maleducada con ella, ella me grita, me dice cosas horribles pero a pesar de todo eso, la quiero.

He buscado mil motivos para odiarla pero no puedo hacerlo, mi corazón es demasiado bueno y eso no me gusta.

Ella simplemente no me quiere y es algo que algún día tendré que aceptar.

-Pasajeros del vuelo 015-124, con destino a Waterford, ya pueden abordar- Escuche la bocina.

Me pare y me dispuse a subir al avión, deseando que este sea un nuevo comienzo en mi vida.

No fue un vuelo tan largo para mi pues casi todo el tiempo estuve dormida, a pesar del molesto bebé que lloraba atrás.

Baje del avión, había bastantes personas en el aeropuerto de Waterford, todos caminaban rápido.

Eran demasiadas voces, todos hablaban O gritaban, parecía que estaban eufóricos.

Entonces lo vi a él, me miraba fijamente, con su cara llena de ternura, siempre vistiendo tan formal, el primer hombre en romperme el corazón: mi papá.

Me acerque a el y nos quedamos viéndonos por unos segundos como si no nos reconociéramos.

-Hola hija- dijo con voz neutra.

-hola papá- dije.

Entonces me abrazo, no era esa clase de abrazos dramáticos o sentimentales, era un abrazo rígido e incomodo.

Empezó a caminar y yo lo seguí a el estacionamiento, hasta que llegamos al auto. El manejaba un Peugeot 208 gris, nos subimos.

-¿Como haz estado?-preguntó.

-Bien, supongo ¿y tu?-

-bien Emma, ¿y tu mamá?- preguntó fingiendo que no le importa.

-Ella esta bien, es feliz con Bob, son felices siendo mediocres- dije molesta mirando por la ventana.

El no contesto nada por el simple echo de que mencione a Bob.

-¿Qué piensas de esto? Quiero decir, de que venga a vivir contigo-

-Para mi esta bien- sonrío.- he arreglado tu habitación, espero que te guste, solo hay un pequeño problema-.

-¿Cuál?-

-Mañana tienes que presentarte en tu escuela, yo se que es algo precipitado por que acabas de llegar, pero así me lo pidió Lucy, la directora de sandsford park high school-dijo mirándome.

-No hay problema papá, iré, de todos modos no tengo planes con nadie-

El voltio y río, tenía una risa muy tierna, me hizo sonreír a mi también.

Llegamos a su casa, era un lugar muy bonito. Aun mas cerca del bosque que mi casa anterior, solo que aquí había más casas cerca.

Entramos, era mas o menos grande, y estaba muy limpia. Todo estaba arreglado y tenía estilo rústico.

-Bienvenida a tu casa-dijo.

-oh gracias- conteste soltando una risita.

-Vamos, te mostraré tu recamara-

Lo seguí al segundo piso, era un lugar grande para un hombre que vivía solo.

Abrió la puerta de la recamara, todo era de color azul, había un escritorio, y algunas fotografías en la pared de diferentes cosas y lugares. Aun lado de la cama había una mesita de madera con una lámpara y algunos libros.

Había demasiadas pequeñas luces que se ponen en el árbol de Navidad.

-Me encanta- dije sonriendo. -gracias-.

-Si no te gusta algo o te hacen falta algunas cosas por favor avísame, podemos ir a comprarlas después-

-Okay- dije asintiendo.

-¿Quieres cenar?-

-No tengo hambre, gracias-

-Esta bien, te dejare sola para que te instales y hagas lo que tengas que hacer-

-Okay- dije sonriendo.

Me gustaba que mi papá fuera así, que me diera mi espacio y que supiera cuando quería solo tenerme a mi misma.

-¿Emma?-

-¿Si?-

-Estoy feliz de que estés aquí-

Los dos sonreímos al mismo tiempo.

WingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora