Ardiente Tentación

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Esta será la segunda entrega de la trilogía "Amores Tentativos" donde tendremos como protagonistas a Lucía Ricci y Cole Mancini

¿Que pasa cuando juntas a una asesina y un bombero?

Se obtiene un fuego cargado de ardientes tentaciones y deseos.

"Quemarse siempre fue una opción"

"Quemarse siempre fue una opción"

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Prólogo: 

Demonios

¿Cómo había llegado hasta este punto?

¡Si solamente fue una chispa nada grave!

Ahí tienes las consecuencias de tu chispa, Ricci.

Joder, casi puedo escuchar la voz de Irina en mi cabeza, dandome su sermón de una hora completa el por que no era buena idea asesinar al obejitvo en este lugar, lleno de material inflamable.

Mierda, ¿cómo iba a saber que la chispa de mi arma haría eso?

¿Que no has visto las diez temporadas de Chicago Fire?

Sí, pero normalmente esos incendios son ficticios e irreales, tendré que tomármelo con más seriedad de ahora en adelante, si quiero evitar este tipo de situaciones.

Estúpida bala inflamable, todo es su maldita culpa.

Y la tuya, Ricci.

¡Cállate subconsciente!

Observo como el fuego se extiende por las columnas hasta donde se encuentra, los barriles viejos de material inflamable, siento como el pánico entra mi cuerpo al ver como las chispas se hacen más potentes.

Esa es la señal.

¡Correr!

Corro hasta la puerta abierta y salgo de la habitación donde se encuentra mi objetivo muerto justo a tiempo que los barriles explotan ante el contacto del fuego, me tiro al piso cuando se hace presente la explosión y la onda de calor sale de la puerta. Toso al sentir el humo en mis pulmones.

Joder, tengo que salir de aquí.

Obligo a mis piernas a dejar de temblar mientras corro por todo el edificio abandonado mientras las llamas, se expanden a cada segundo. Gruño con dolor cuando toco el pomo de una puerta cerrada para salir, pero esta me quema.

—¡Merda!—

Miro mi mano que se hace roja y pequeñas ampollas empiezan a aparecer, ignoro el dolor para retomar mi camino en busca de otra salida. El humo sigue picando en mis pulmones y la falta de aire se hace presente, regulo mi respiración a como logro hasta que encuentre una salida.

No voy a morir por un maldito incendio provocado por mí misma.

Sigo corriendo y bajando escaleras por todo el edificio hasta encontrar la salida de emergencia, a pesar de la poca visibilidad que tengo por el humo. Cuando finalmente, la encuentro, no dudo en precipitarme como si fuera un salvavidas, técnicamente lo es en estos momentos.

Me estoy quedando sin oxígeno bueno.

Con el peso de mi cuerpo e inercia, empujo la puerta pesada de metal para abrirla y en el momento en que salgo de ese edificio en llamas, choco contra un cuerpo duro que me tira al piso.

—¡Auch!—

Me quejo cuando el pavimento caliente toca mi mano lastimada, ni siquiera le tomo importancia al dolor, ya después la curaré pero necesito irme de inmediato de aquí.

Colocándome en mis pies rápidamente para alejarme de aquí, ni siquiera me alejo un metro cuando un par de manos toman mis brazos y una voz masculina bastante potente me llama.

—¡Señorita!—

Todo pasa demasiado rápido.

La manos del hombre me gira bruscamente hasta que choco con su pecho de nuevo, justo cuando estoy a punto de golpearlo por detener mi huida para nada exitosa, me congelo en el momento en que veo su rostro.

Ay carajo y virgen de todos los demonios.

Es sumamente guapo.

¿Guapo? ¡Qué guapo!

Es un maldito Adonis.

Más con esos ojos azules y cejas perfectas que se fruncen mirándome con cierto reproche para después pasar a la preocupación, estoy a punto de decir algo pero se me adelante.

—¿Señorita? ¿Se encuentra bien?—

Asiento como muda retrasada, entonces su ceño se profundiza más.

—¿Qué estaba haciendo dentro del edificio en llamas? ¿Acaso quiere morir?—

Eso termina por romper el encanto del Adonis.

Sacudo mi cabeza para despejar mi mente, parece que el humo realmente me ha afectado y con mi habitual veneno, solo respondo.

—Eso no le imcumbe— siseo— ahora, si es tan amable de soltarme...—

—Capitán Mancini—

—Si, esa cosa— respondo indiferente— ¿Me suelta? Estoy segura que tiene más cosas que hacer, qué estar hablando conmigo—

—No hasta que me diga...—

Entonces, su radio suena y varias voces hablan a su vez pero una sola resalta.

¡Capitán Mancini! ¡Encontramos un cuerpo en una de las habitaciones!

Ups

Maldita sea, ¿que no lo calcinó la explosión?

Carajo, Irina va a darme ahora su sermón de tres horas para después darme una paliza de las suyas, por ser una mala asesina y no la culparía, hasta yo me golpearía por mi mal asesinato.

Una voz resuena en el radio del capitán.

¡Necesitamos refuerzos! ¡El fuego se está expandiendo!

El capitán Adonis, me suelta finalmente y yo hago una distancia entre nosotros, toma el radio para responder fuerte y seguro.

—Voy en camino— cuelga, me mira entrecerrando sus ojos en mi dirección— usted, se queda aquí y vaya con un paramédico a que le revisen esa mano— señala— cuando vuelva, espero verla por aquí en un lugar seguro—

—Seguro capitán— respondo con cierta ironía.

Veo como se aleja de mí hasta el camión de bomberos para tomar su equipo y un tanque de oxígeno, se coloca la máscara junto a una manguera en su hombro para entrar directamente al edificio en llamas.

Es mi oportunidad.

Doy un giro sobre mis talones y discretamente me voy de la escena, antes de que alguien más llegue, en especial el capitán ardiente mandón. Bufo con diversión.

Será idiota si pensaba que iba a hacerle caso.

Cuando estoy a una distancia prudente del ojo público, miro el humo y las llamas que salen del edificio, sonrío ligeramente al recordar los ojos del hombre mandón.

¿Cómo era que se llamaba?

Capitán Mancini.

Cierto.

—Bien, capitán Mancini. Tal vez usted y yo, nos volvamos ver muy pronto—

Próximamente: agosto 2022 ✨

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