Cada día, cada mañana, tarde o noche, están presentes ciertas personas velando por la seguridad de la población. Los héroes. ¿Curioso, no? Aquellos increíbles humanos que usan sus poderes, sus quirks, para el bien. Mostrando su valentía. Pero también existen otras, que se aprovechan de ello y los utilizan para la maldad.
Sin embargo, a nuestra protagonista, lo único que le llama la atención son sus recetas. Sus adoras creaciones que hacen felices a los demás. Toyomitsu Kaori es una joven repostera, a su edad de 24 años ya es poseedora de su propio café y es su mayor orgullo. Una chica tímida pero que hablará por horas entusiasmada si el tema son los dulces, las tartas o sus chocolates favoritos. Oh sí. El chocolate es su pasión. Adora crear cosas nuevas y es frecuentada por su tío, Toyomitsu Taishiro, más conocido como Fat Gum. Un Pro-Hero con un quirk de masa humana, teniendo como fuente de poder la comida, siempre pasa por su merienda a "Curly Cake", el negocio de su sobrina.
La pequeña Kaori posee un quirk llamado "Living curls" y como el nombre indica, su cabello rizado tiene vida propia. La mayor parte del tiempo utiliza su cabello para atraer objeto mientras cocina ya que este alcanza a estirarse hasta 5 metros. También pueden cargar mucho peso e incluso volverse de metal. La joven Toyomitsu adora su cabello, aunque a veces le estorbe para moverse porque con su corta altura y tanto cabello, parece un arbusto viviente.
Aquel miércoles en "Curly Cakes", había bastantes grupos de adolescentes degustando creaciones innovadoras de nuestra protagonista. El local era lo suficientemente grande. Al menos por ahora. Tenía bastante fama entre estudiantes, mujeres y hombres amantes de los dulces y en algunas personas de avanzada edad. Ella adoraba ser visitada por ancianas en las tardes de los miércoles. Ese era el día que preparaba postres un poco más sanos y que no perjudicaban a nadie.
Luego de trabajar arduamente todo el día en la cocina, el anochecer y la hora de cerrar llegó. Aquel fue un día muy movido. Agradecía contar con ayuda, aunque la satisfacción de ver a sus clientes degustar sus postres, no se compara con nada. Junto a sus 3 empleadas, ordenaron, limpiaron y dejaron todo listo para el día siguiente. Luego de cerrar, se dirigió hacía una puerta detrás de la cocina que deba a las escaleras de su hogar. Allí, acarició a un dormilón gato algo rellenito. El anaranjado Pastelito - sí, le puso a su gato Pastelito- sólo disfruto los mimos y se acomodó para continuar su siesta antes de la cena. Su dueña se cambió a su remera holgada lisa amarillo pastel y su adorado jardinero celeste que le llegaba a sus tobillos. Se dio cuenta de que olvidó realizar sus compras y necesitaba más alimento para su compañero, así que salió hacia la despensa a 3 cuadras de su hogar.
— Creo que exageré con mis compras...— pensó en voz alta mientras salía de aquel minimercado. Cargaba 3 bolsas de cada lado llenas con una gran variedad de alimentos. — Yo y mi adicción a las compras. — suelta un gran suspiro mientras camina a paso lento. Va tranquila porque no suele frecuentar mucha gente a esas horas por la calle. De todas formas, no debe tardar. Está agotada.
En un segundo, la situación cambió. Hay un villano enorme a comparación de su pequeño cuerpo, huyendo de alguien a sus espaldas -supone- porque escucha murmullos, gritos y raramente, explosiones. No le da tiempo de reaccionar y sus compras salen volando por los aires. Estática, se encontraba atrapada en los musculosos brazos de un hombre mitad toro.
Entró en pánico. Peligro y miedo es lo que siente en ese momento. Aquella persona está demasiado cerca y peor aún, quién sabe qué le hará. Suele sufre pánico cuando alguien invade su espacio personal por lo que era sumamente difícil mantener la calma. Se quedó muda sin poder pedir ayuda mientras el villano a los gritos se burlaba de su debilidad.
Y allí hace su aparición, el héroe explosivo, Ground Zero. Negro, naranja y verde militar predominaban en su traje de héroe que le acentuaba de maravilla. Tenía el cabello rubio cenizo rapado a los costados y en la parte superior, hacia arriba. Emanaba un aire de confianza y grandeza. Era todo un hombre. Lo que más le impactó a la joven Toyomitsu fueron esos rubíes centellantes que poseía como ojos. Parecía que brillaba frente suyo. Era sumamente guapo. Con su sonrisa orgullosa y pequeñas explosiones saliendo de sus manos. Aunque no venía solo, Red Riot lo acompañaba. Su torso descubierto y hombreras peculiares destacaban. Fue ahí mismo donde distinguió el cabello rojo y dientes de tiburón. Era su mejor amigo, Kirishima Eijiro. Una parte del miedo desapareció. Fielmente creyó que la salvarán.
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Rizos con aroma a chocolate [Bakugo Katsuki x Occ]
Roman d'amourAmando el poder de crear recetas de repostería, en un mundo donde es normal encontrarse con personas con peculiaridades, una tímida joven pero curiosa, tendrá un encuentro con el famosísimo héroe, Ground Zero. Luchando contra sus inseguridades y d...