Aquella mañana se levantó medianamente temprano. Era sábado. Por lo general, el local lo abre una joven estudiante muy amable que trabaja junto a ella los fines de semana y al rato suelen llegar dos de sus tres empleadas habituales.
Adoraba levantarse y admirar un poco el clima de cada mañana, siempre le provocaba motivación y le daba inspiración para sus postres. Aunque esta mañana precisamente, despertó con una bolita peludita y suave aplastando su estómago. Además, aquel recuerdo de unos ojos rubíes no logra irse de su mente desde hace unos días.
— Corazón... sé que debes tener hambre, pero Pastelito, estas aplastándome— soltó una leve carcajada luego de hablarle dulcemente a su gato pachonchito. Aveces se pregunta si dejarlo así o debe sacarlo a hacer algo más de ejercicio.
Con cuidado levantó al anaranjado cuerpo de Pastelito utilizando su cabello, que, como cada mañana, era una especie de nido de pájaros viviente y sumamente revuelto. Ya en la cocina, preparó su desayuno y dejó alimento para su minino, además que un dulecito exclusivamente para animales que no iba a perjudicar su salud. Admirando como a su adorado animalito compañero se alimentaba, decidió imitarle al ingerir su desayuno.
Su mente divagaba en aquel recuerdo del miércoles, jamás creyó conocer a alguien en una situación como la que ocurrió. Mucho menos no poder olvidar rasgos característicos de aquella persona. Su tío quedó como loco cuando Kirishima le contó lo ocurrido y no dejaba textearle para asegurarse de que estuviera bien. Adoraba a su tío Fat. Sin darse cuenta se le hacía tarde, debía terminar de prepararse para aquel día laboral y de seguro sus dulces compañeras debían estar esperando por ella.
Al bajar a su tienda, la recibieran con un cálido "buenos días" y un suave olor a coco que solían usar para aromatizar el local las mañanas antes de que se usen los hornos. Sin más, fue a su hábitat natural, la cocina. Hoy el clima estaba agradable y no había demasiadas nubes revoloteando el cielo. Ya sabía que especial prepararía aquel día. Se puso manos a la obra y decidió comenzar con su más preciada pasión.
En el transcurso de la mañana, salió de la cocina para ayudar a atender a sus clientes y disfrutar observando sus rostros al degustar sus creaciones. Había recibido un mensaje de Eijiro avisando que aquel día iría a visitarla, asi que se decidió por prepararle sus bizcochos de café y chocolate favoritos. Tal cómo se lo prometió. Se los hubieron entregado antes, pero el chico estaba sumamente ocupado con su trabajo y cuando no estaba con su labor, descansaba o estaba con su novia. Y lo entendía perfectamente.
Oyó sonar la campanilla de la puerta mientras ordenaba otra tanda de cupcakes y pequeñas galletas con diseños adorables para niños. Cuando giró se encontró con uno de sus amigos más preciados que hacía tiempo no tenía la oportunidad de ver.
— ¡¡TAMAKI!! ¡Cuanto tiempo querido amigo! — sus rizos revoloteaban de lo feliz que se encontraba y fue a abrazar al chico tímido y con apariencia similar a la de un elfo.
—Buenos d-días Kaori-chan— contestó algo avergonzado, aunque tengan varios años de conocerse y una enorme confianza, su pequeñito corazón no aguantaba tanto cariño y el brillo usual de la oji-esmeralda.
— Te he extrañado por estos lados, ¿qué has estado haciendo?¿Cómo va el trabajo? ¿Estás comiendo bien?— continuó hablando con una sonrisa enorme en su rostro.
—Disculpa por no tener t-tanto tiempo para t-tí... el trabajo ha sido bastante p-pesado últimamente. P-pero e-estoy bien, he estado cuidando mi salud— hace una pequeña pausa y mira los ojos llenos de tonalidades vivas de verde de Kaori. Se avergüenza un poco y mira hacia otro lado mientras se rasca una mejilla.
Aunque el peli-morado ya no era adolescente, a veces solía ponerse nervioso al estar tan cerca de otras personas. Pero su amiga Toyomitsu había logrado ayudarlo incontables veces. Le tenía un gran afecto a aquella niña.
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Rizos con aroma a chocolate [Bakugo Katsuki x Occ]
RomanceAmando el poder de crear recetas de repostería, en un mundo donde es normal encontrarse con personas con peculiaridades, una tímida joven pero curiosa, tendrá un encuentro con el famosísimo héroe, Ground Zero. Luchando contra sus inseguridades y d...