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C: Ah!
El de pelo castaño soltó un quejido al pegarse con la mesa de su escritorio.
Q: Charlie estás bien? C: Si si, estoy bien
El de gorro solto una pequeña risa, puso su mano sobre el pelo del menor para despeinarlo aún con una sonrisa en su rostro. Salió de la oficina de Charlie para dirigirse a la suya.
El el estadounidense se sonrojo por esta acción. En realidad se sonrojaba con toda muestra de afecto que le daba el pelinegro, gustaba de el pero sabía que era casi imposible que le diera una oportunidad, siempre veía como wilbur y Jschlatt lo besaban enfrente de el y le daban miradas provocativas; todo esto le afectaba a Charlie, se sentía triste y eso era notorio para los demás, ya no estaba tan alegre como otros días.
Después de unos 30 minutos Charlie se dirigió a la oficina de Quackity para entregarle unos papeles. Se encontraba enfrente de la puerta de la oficina del mexicano, la puerta tenía una pequeña ventana. Carlie tocó la puerta y nadie abrió, miro por la pequeña ventana y se encontró con una imagen bastante tentadora.
Quackity estaba fumando un cigarro, su camisa tenía 4 botones desabrochados pero aún fajada en sus pantalones, hecho la cabeza hacia atrás al mismo tiempo que soltaba el humo del cigarro, dejando expuesto su cuello.
Charlie no supo que hacer por lo que se fue de nuevo a su oficina recordando lo que acababa de precenciar.
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Cuando Charlie ya estaba recojiendo sus cosas para irse a su casa, quackity entro a su oficina.
Q: Hola Charlie, tienes los papeles que te pedí? C: Sip, aquí están Q: Oh gracias Charlie, por cierto, ven a mí casa a las 9, tengo algo que decirte.
