1. Un gusto

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me revolví entre la silla, abrí mis ojos somnolientos ante el ruido

¿Qué hora es? pensé. Me levante y mire por la ventana, el cielo nublado dejaba de a poco una hermosa vista. Desperté en un asiento de avión de primera clase, pues estaban dando el anuncio que dentro de poco íbamos a aterrizar. Mire hacia una mesa que se encontraba a mi lado, ahí estaba Luna, mi mascota, una gata raza Ragdoll color negro con blanco, de ojos azules y muy peluda. El avión tenia un dulce olor a café y sentí el frio del aire acondicionado

Pocos meses atrás conseguí el permiso de mi padre para poder venir aquí y estudiar en una de las mejores academias de héroes a nivel internacional, la UA, no fue fácil, tuve que realizar una prueba de fuerza física y unos exámenes escritos, con el paso de los días por fin llego la respuesta diciendo que había sido admitida a la academia. sentí como una ligera sonrisa se posaba en mi rostro recordando aquel momento, me sentí muy feliz.

Después de unos 15 minutos aterrizamos, salí del avión con mis cosas, una mochila, una maleta y el bolso en donde iba Luna, no tenia que cargar con mucho ahora, pues la mayoría de las cosas llegarían esta tarde a la casa que compro mi padre para mi, camine por el aeropuerto hacia la salida y pude notar como las personas susurraban.

- excelente... - murmure. Acelere el paso

En la salida, habían varios reporteros y camarógrafos, justo adelante mío se detuvo un coche negro, salió un hombre que me abrió la puerta y entre al auto, suspire aliviada

el hombre metió las maletas al baúl del coche y después regreso al auto encendiéndolo para avanzar

-Así que...ahora te dedica a ser chofer?- me reí
- No te rías tanto jovencita! se burlo también, ser Chef es algo que adoro, pero también me gusta conducir, y dado el caso de que ahora es solo cuidar de ti, puedo tomarme mas tiempo para hacer mas cosas, al igual que Mónica-.
-me alegro mucho Carlos, se que vivir aquí será mil veces mejor que en casa- sonreí

La conversación fluyo con normalidad hasta que sin darme cuenta ya había llegado al lugar, la casa, mi nueva casa, me baje. la casa era blanca, tenia grandes ventanales, mientras inspeccionaba la casa de reojo la puerta se abrió y de ahí salió Mónica, Una señora joven que estaba ahí para ayudarme con los oficios de la casa y cuidados

- Mónica! aun faltan algunas cajas por llegar, llegaran mas tarde!- aviso Carlos mientras leía el mensaje en su teléfono.
- Esta bien! igual aquí hay algunas que me faltan por abrir y organizar-. respondió
- Lo siento____ debes estar muriendo de hambre, te preparare algo enseguida- se volteo, agarre su muñeca para detenerla
- espera! de hecho, me gustaría ayudar - Mónica asintió y me señalo unas cajas que estaban en la sala, explicándome que debía hacer.

Entre en la casa, era bastante grande, me dirigí hacia lo que seria mi habitación, solo tenia la cama y el escritorio con una silla, me arrodille ante las cajas que estaban en el suelo y empecé a organizar, sin darme cuenta que me estaba hundiendo entre mis pensamientos. un grito me regreso a la realidad.

- ¡Maldita sea! Puto juego! - volví a escuchar

me asome al ventanal ¿Qué había sido eso? abrí la puerta de vidrio asomándome desde el balcón, Vi como un objeto negro se dirigía hacia mi rápidamente, logre esquivarlo

- ¿pero que cojo... - maldije asustada, sin poder terminar la frase

el objeto se había chocado contra la ventana, sin romperla, resulto ser un mando de consola, ¿Quién rayos tira los mandos? lo levante con cuidado, milagrosamente no estaba dañado, pues tenia una funda de silicona bastante prometedora

- Ey, tu! maldita! devuélveme mi mando! - escuche la voz brusca de alguien desde el otro lado de la calle, pude notar a un chico de cabello rubio gritando con rabia desde el balcón -Ehhh...disculpa? Casi me matas con esto, sabias? - le hable algo enojada
- al menos pídeme perdón, no? - le mire con cara desafiante
- ¡Ja! Ni de coña, tu no estabas ahí cuando yo lo lance, no te voy a dar ningunas malditas disculpas- dijo con enfado
- Bueno!- hable con seguridad. -entonces no te lo devuelvo - entre a mi habitación riéndome victoriosa, de pronto, sentí como algo estallaba, voltee enseguida y aquel chico estaba parado de cunclillas la baranda del balcón.

- ¿Qué eres? ¿Spiderman? - me burle

- Cierra la boca idiota, regrésame mi mando- exigió enojado.
-No
-¡Que me lo Devuelvas!- grito, y me acerco su mano, que empezaba a soltar explosiones.
-No - repetí.
- !No tengo tiempo para esto maldita sea!- grito con fuerza, su mano soltó una explosión fuerte, estaba muy cerca de mi hombro izquierdo y alcanzo a herirme, quemándome

-Ouch!- El aprovecho mi distracción y me arrebato el mando de las manos
- !¿Qué te sucede?! - le grite mientras hacia presión con mi mano en la herida
- ¡me has herido!

-¡me importa una mierda! tu te pusiste a molestar-

se dio media vuelta dispuesto a regresar a su balcón.

- ¡Ey! ¡cascarrabias!- lo llame.
- ¿Ah? en cuento volteo su rostro, le lance escarcha y pequeños cubos de hielo a su rostro

- un gusto, vecino.

aproveche su distracción para entrar nuevamente a mi habitación, escondiéndome en el baño, desde adentro escuche sus bufidos de enojo.

- Maldita extranjera...¡Esto no se va a quedar así! - después de unos segundo escuche una explosión, salí del baño y mire hacia el balcón

ya se había ido, suspire aliviada y me mire al espejo, note la herida que me había hecho y lo considerable que era la quemadura, dolía si movía el brazo, ardía, mas no sangraba, suspire nuevamente ¿con que se curan las quemaduras? pensé

- ____! baja a cenar! - El llamado de Mónica me saco de mi burbuja de pensamientos.

- Voy! - la tarde se había pasado volando, no almorcé y ya era hora de cenar? dios...

Me coloque un saco para cubrir la herida y me dirigí hacia el comedor sentándome, notando el festín que había creado Carlos en la cocina.

- Wow, Que es todo esto? - le pregunte asombrada.

-estamos celebrando por ti! por tu "independencia" si es que así lo puedo llamar y por tu admisión a la UA! que las clases inician mañana! estamos muy orgullosos de ti ____ -

sentí como mis ojos se humedecían

mis padres no solían tratarme con ese cariño, en cambio, con Mónica y Carlos que habían estado conmigo desde pequeña, se convirtieron en algo mas que simples trabajadores, se convirtieron en familia, cuando mi padre me dio la opción de escoger a quienes quería traer, los escogí a ellos dos sin dudarlo.

Sonreí - gracias... - ambos asintieron felices - ¡a comer! - dijeron en coro

Capaz no había tenido la mejor recepción por parte de mi vecino, pero eso no tenia importancia ahora, mañana iniciaban las clases y debía concentrarme al máximo, llevaba esperando este momento durante muchos años y ahora, por fin se hará realidad

Rojo Pasión (Katsuki Bakugou y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora