Un agrio descubrimiento

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May sin pensárselo 2 veces dio el primer bocado a su comida, ella se sorprendió pues estaba rica, tal y como lo esperaba aunque superó las espectativas que Eban había implantado al decirle de las posibilidades de enfermarse

-Oye, esto está mucho mejor de lo que tú decías, creo que nunca has comido una. -dijo mientras tomaba otra porción y la llevaba a su boca mientras reía viendo a su compañero.

-Bueno bueno, me atrapaste, nunca eh comido una ensalada de este lugar, bueno en general de ninguno, comer saludable me hace mal. -Comento el chico mientras reía al haber terminado una porción de su comida. -Oye May, ¿puedo preguntarte algo? -pregunto el chico algo tímido mientras se sentía como la tensión aumentaba levemente. -¿Que quisiste decir con... "Una raya más al tigre"? ¿Ya habías discutido con ella antes o algo así? O... No comprendo... Seguramente solo sea una tontería... -dijo mientras rascaba su nuca algo apenado.

-oh sobre eso... Bueno, no es algo que deba importar digo... Nunca la había visto a ella pero... Creo que es díficil de explicar, quizás nos ahorremos tiempo si solo lo dejamos en algo sin importancia. -comunico al contrario mientras llevaba su mano a su brazo donde antes la chica había golpeado para empujarla.

El chico sin decir nada se acercó un poco y con cuidado llevo si mano a la manga de la blusa de la chica, ella desvió la mirada pero no hizo que el quitara su mano así que lentamente levantó está y pudo ver varios hematomas en la piel de la muchacha, unos más grandes que otros, algunos eran incluso moretones y otros eran marcas rojas, pudo ver hasta su hombro pero prefiero bajarla de nuevo para que nadie más malinterpreta la situación, el regreso a su asiento y apretó los dientes molesto al saber que alguien le hacia daño y ella parecía no poder hacer nada contra esa persona

-Ves, nada importante, se puede ignorar realmente. -Dijo mientras acomodaba su manga. -Asi que cambiando de tema, quieres probar otro poco está delicio-. -La chica fue interrumpida por alguien que empujó el plato de la ensalada haciendo que cayera, la chica ante tal acto solo bajo la cabeza.

-¡Eban! Capitán! Que bueno verte por aquí, estábamos juntando dinero para una pizza, ya sabes de esas ¡e-x-q-u-i-s-i-t-a-s! -Aclaro con toda confianza un chico alto dirigiéndose a Eban mientras ignoraba a May. -Aunque claro, no espere que verte aquí educando ratas a comer sano jajaja [Ratas veganas ¿te imaginas?] -Se escucharon las risas de otro 4 pues se trataba del grupo de Eban. - Y bien, ¿que dices líder? -Dijo el chico mientras daba un golpe en la mesa cortando la vista de la chica que lo observaba.

-oh, fue más fácil de lo que pensé. -Comento el rubio, los ojos del joven temblaron levemente al ver la actitud de la chica ante su grupo y volteando a ver al otro joven de pelo negro sonrió. -Ya luego te diré, mientras tanto tomen camino al gimnasio, recuerden que luego solo quedan las peores pelotas. -Comentó con una voz más grave y cortante de la que la chica había escuchado hasta ese momento

-Vamos hermano si que eres un amargado, haya te esperamos, te dejamos con tu ratita -Dijo mientras giraba y le daba un golpe en el hombro empujando a la chica. -Bueno, ¡vámonos! -Dijo riendo mientras los demás tomaban camino con el

La chica aún con la cabeza baja solo arreglo la manga de su blusa, volteó levemente la cabeza para ver la ensalada

-Que incensario... -Susurro mientras observaba el plato con la ensalada tirada.

El chico suspiro mientras negaba, giro levemente su torso y corrió una caja pequeña hasta frente de ella, abrió aquella caja y tenía 2 piezas de pizza.

-Sabia que algo así sucedería, así que uno tiene que tener sus As bajo la manga, ¿no te parece? -Pregunto con una voz cariñosa y amable mientras le sonreía tratando de animarla un poco

Ella sin comprender solo vio la pizza y luego lo vio a el, no dijo ninguna palabra mientras ladeaba la cabeza

-Buen provecho, se que no es tan saludable como la ensalada pero la pizza simplemente es deliciosa, no tienes porqué comer con prisas, aún falta un rato para que empiece la clase. -Dijo el chicho mientras le sonreía

-¿Porque? -Pregunto ella en un susurro bastante bajo.

-¿Por que aún falta un rato? Bueno ya sabes, los horarios son mero extraños -Comento el pues sabía a qué se refería con esa pregunta pero lo evitó descaradamente con aquellas palabras. -Ahora, disfruta de tu comida, ¿si? -Dijo el amable

Pasaron casi 10 minutos en donde ellos no hablaron de nada más mientras ella comía de aquella pizza, era de un restaurante conocido y la escuela solo la pedían para poder revenderlos más cara, la pareja se levantó y caminó hacia el gimnasio

-Por lo menos ahora toca mi clase favorita. -Dijo el chico mientras abría la puerta y lo primero que se escuchó fue la risa de varios. -Oh diablos... Olvidé mi bebida, ¿puedes ir rápido por la mía? Yo creo que iré al baño. -Dijo sonriéndole mientras ladeaba la cabeza y rascaba su nuca.

La chica asintió.

-Sera un placer también necesito ir por la mía, ¿nos juntamos aquí o te espero adentro? -Dijo mientras daba media vuelta antes de marcharse

-¿cuando regreses? Hmmm yo digo que entres, no te preocupes -Dijo sonriendo mientras entraba al gimnasio, movió la mano despidiéndose mientras miraba como ella se iba. -Bien, hora de trabajar... -comento en alto mientras se dirigía a su grupo

Apenas 5 minutos después ya iba de regreso, aún había bastante gente por los pasillos así que tardo un poco más en llegar, como lo había mencionado el pelirubio el no estaba ahí por lo que ella entró "¡Pelea Pelea Pelea!" Se podía escuchar desde la puerta del gimnasio

-Ay dios... -susurro al ver aquella escena.

El Inicio De Un Amor IncondicionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora