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Al día siguiente.
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Un fuerte golpe en la puerta de su habitación asusto a Horacio, haciéndolo despertar en un pequeño brinco.

-HORACIO!!!, llamo Griselda enfadada.

Horacio se levanto de la cama y se dirigió lo mas rápido a la puerta de su habitación.

Para quitar la cerradura,pues Griselda le esperaba muy enfadada afuera.

-Si señorita?, pregunto Horacio con un poco de miedo, mientras abria la puerta, pues ya se imaginaba lo que le esperaba.

Recibiendo una fuerte bofetada de parte de Griselda.

-Cuantas veces te e dicho que no le pongas cerrador a la puerta Horacio?, dijo Griselda enfadada

-Lo siento señorita, no bolvera a ocurrir, dijo Horacio bajando su mirada.

-Eso espero, sabes perfectamente lo mucho que me enfado cuando no haces lo que yo te diga, dijo Griselda con voz suave pero enfadada.

-Si señorita, asintió Horacio con respeto.

-Bueno ve a alistarte, y ya que te casaras dentro de poco.

- Ahora te tendré que enseñar como tratar y servirle a tu esposo de manera correcta, dijo Griselda dando la buelta sin mas.

Horacio estaba enfadadisimo pero lo disimulo bien, como siempre le tocaba hacerlo teniendo de tutora a esa vieja bruja.

-Si señorita, dijo Horacio educadamente para dar la buelta también e hirse a alistar.

Quedando un tiempo dentro del cuarto de baño sollozando de la rabia que guardaba dentro.
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Después de varios minutos
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Horacio bajo a la sala de estar, donde estaba Griselda, quien le esperaba impaciente.

La cual al verlo bajar corrió rápidamente a tomarlo fuertemente del brazo y jalarlo para que camine mas rápido, lastimandolo en el proceso.

-Porque tardaste tanto?!!, sabes perfectamente que cuando te doy una orden tienes que  acatarla inmediatamente!!, dijo Griselda enfadada, sujetando todavía con fuerza el brazo de Horacio.

-Me lastima señorita, dijo Horacio con dolor.

-Y bien que te lo mereces, ahora deja de quejarte por insignificancia y acompáñame a tus clases, dijo Griselda molesta soltando el brazo de Horacio

Horacio solo asintió sumiso, mientras se masajeaba el brazo lastimado, para intentar aliviar el dolor.

-De ahora en adelante ya no recibirás mas clases de cálculos, finanzas, ni contaduría, ni idiomas.

-Ni todas las otras que recibias, ahora recibirás nuevas clases, dijo Griselda con una pequeña sonrisa socarrona.
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Horacio no dijo nada, solo asintió.

Dando inicio asi a las nuevas clases de Griselda.

Las cuales eran limpiar, cocinar, planchar, lavar y todo lo importante a la hora de cuidar un hogar.

Haciendolo limpiar toda la mansion a el solo sin ninguna ayuda de los sirvientes.

Y a como tener que guardarle el mayor respeto ahora al quien seria su futuro esposo.

También le exigió que todo lo que su futuro esposo pidiera el lo tenia que hacer.

Nunca llevarle la contraria y complacerlo en todo lo que su futuro esposo le ordene.
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