Naruto: El doctor Olvidado

Epilogo

Y aquí está. Capítulo 36. Muy probablemente el último capítulo de esta historia. Este será el capítulo más difícil de escribir debido a que me aseguraré de terminar esta historia con una buena nota, ya que estoy escribiendo mi nueva historia.

De todos modos, ¡vamos a la historia!

Capítulo 36:

Mesías

Todo estaba en silencio. Los miles de shinobi, civiles y animales; permanecieron en silencio mientras miraban en dirección a la diosa que emergía en su mundo. Podían sentir el sentimiento omnipresente de desesperación y desesperanza prevaleciendo a través de ellos mientras el aura de Izanami impregnaba la tierra. Incluso el Juubi se quedó en silencio, reconociendo la presencia de su creador.

El cuerpo de Obito se onduló y se transformó en una mujer de cabello negro que Naruto reconoció vagamente por la visión que vio en su paisaje mental. Ninguno de ellos podía moverse cuando la presencia del dios los obligó a bajar.

Izanami no se regodeó, ni monólogo. Ella simplemente sonrió maternalmente sobre la tierra y el Juubi se transformó y comenzó a llevar a todos los humanos al mundo a un sueño sin fin.

Los cinco shinobi en la parte superior del bijuu ahora completamente transformado solo podían mirar con horror mientras la diosa representaba el plan del ojo de la Luna. Vieron cómo los zarcillos de madera se arrastraban lentamente hacia ellos.

Sin embargo, antes de que pudieran quedar atrapados dentro del mundo ilusorio, un destello brillante los alcanzó y no supieron más.

(?)

Naruto abrió lentamente los ojos cuando se dio cuenta de su entorno. Parecía estar tumbado en el agua más clara que jamás había visto. Los cristales azules brillaban maravillosamente sobre el paisaje mientras un sol poniente se cernía en la distancia, bañando el cielo en un agradable color naranja.

Se puso de pie y miró hacia el paisaje y murmuró, a pesar de saber que no obtendría una respuesta, "¿Estoy en el cielo?"

A pesar de sus pensamientos iniciales una voz le respondió "No, pero estás cerca".

Giró la cabeza y vio a un anciano a su lado. El hombre parecía estar desgastado y cansado, su cabello blanco caía sin vida sobre su espalda. Su ropa parecía haber visto días mejores. Sin embargo, a pesar de su apariencia, reconoció al hombre "¿Lord Izanagi?"

Izanagi sonrió con tristeza al invocador de arañas "Sí, debes estar sorprendido de verme. Señor de los cielos en tal estado".

Naruto asintió, curioso por saber qué había causado que el dios más poderoso se volviera tan curtido. Izanagi suspiró y miró hacia el sol poniente. "Soy el dios de toda la bondad de la humanidad. Mi fuerza se refleja en la conciencia universal de toda la humanidad".

El mortal reflexionó sobre esta información y se dio cuenta de algo sorprendente: "La última vez que la humanidad estuvo en paz fue..."

Izanagi asintió "Sí; Izanagi es muy inteligente. Ella manipuló a la humanidad de su sello para odiarse y despreciarse unos a otros. Debilitándome, mientras la fortalecía. Revivir al Juubi, la personificación del odio y la miseria, fue un golpe maestro. Desequilibró la conciencia de la humanidad tanto que fue capaz de liberarse de sus cadenas mientras me debilitaba a este estado".

Naruto frunció el ceño "¿No hay nada que puedas hacer? Izanagi actualmente está sellando a todos en el Tsukuyomi infinito".

Izanagi rió levemente "Ya lo hice".