→ 𝙁𝙍𝘼𝙂𝙄𝙇 ੈ✩‧₊˚
⸺ ❝ 𝑳𝑨 𝑽𝑬𝑹𝑫𝑨𝑫 nunca fue fácil de contar, mucho menos cuando es algo que te aterroriza día y noche, un monstruo que drena tu felicidad y estabilidad.
Una maldición.
Lilith Berrycloth conocía la verdad y eso la marchitaba...
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❝AMIGOS❞
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EL SOL COMENZÓ A filtrarse entre sus cortinas hasta dar con su cara, la castaña arrugó la misma en señal de disgusto por despertarse. Abrió los ojos y se los talló, estiró sus brazos y suspiro, miró el reloj que tenía en su mesita de noche y vio que apenas eran las 8:10 a.m, demasiado temprano para ella.
Pero sí ya se había despertado, no se podría volver a dormir.
Así que con pesar se levantó y bajo las escaleras, siendo recibida con el aroma delicioso de un rico desayuno.
-¿Ya despierta? Que madrugadora–Bromea su madre a lo que Lilith le da una pequeña sonrisa.
-El sol me levanto–Le responde bajo.
-Bien, pues siéntate, que el desayuno se enfría–La mujer le señaló la silla que tenía un plato.
-¿No vas a desayunar conmigo?–Cuestionó la castaña extrañada.
-Me temo que no hija, iré de compras con mis amigas hoy, pero no te preocupes, vendré a más tardar a las 2:00 de la tarde–Quizó tranquilizar a su hija, sabiendo que no le gustaba estar sola en casa.
-Esta bien mamá, igual tengo que hacer un ensayo, así que iré a la biblioteca–Camina hacia el comedor y se sienta a desayunar.
-Ok, ve con cuidado ¿sí?–Dicho eso, toma su bolso, le da un beso en la frente a su hija y se va.
La chica no puede evitar sentirse incómoda con el silencio de la casa en cuanto su madre se va, comienza a comer rápidamente mientras sube y baja su pie derecho en muestra de nerviosismo y desesperación. En cuanto termina corre a su habitación a cambiarse y cuando esta lista, toma su mochila y se dirige a la biblioteca de Derry.
Después de un viaje de aproximadamente 20 minutos, la castaña llega al establecimiento y entra en el, busca entre los estantes el libro que habla sobre Derry, pero no logra encontrarlo. Sin remedio, comienza a caminar hacia la señora que atendía el lugar y antes que pudiese abrir la boca escucha la conversación que tiene con un chico.
-Es verano ¿no sesupone que debes salir con tus amigos?–El tono en el que preguntaba hacia sentir como si insinuase que el chico no tuviera amigos.
Y decide hacer algo por primera vez.
-Yo soy su amiga–Habla en un susurro.
Tanto la anciana como el chico le voltean a ver, la bibliotecaria hace una mueca y suspira.
-Ah, bien–Responde la anciana y se va.
Con temor, la chica dirige su vista a quien había defendido, puede notar que era el chico nuevo del que algunos hablaban, era un chico de su estatura, con apariencia regordeta y lindas mejillas sonrosadas. Puede divisar que él tiene el libro que buscaba e intentando dejar su ansiedad le pregunta.