Era una noche de tormenta, no paraba de relampaguear sobre ambos jóvenes quienes mantenían una fuerte discusión.
-Por qué no me lo dijiste antes?!por qué no pediste ayuda?!— dijo el, en un grito con voz entre cortada por la desesperación y el nudo en su garganta
-No era importante, la verdad, nunca lo fue— le contestó ella encogiéndose de hombros, cabizbaja, una sonrisa triste adornando su rostro y con su ya habitual voz apagada casi como un susurro.
Oh, pobre chico, se encuentra devastado al ver cuan autodestructiva es su amada, al darse cuenta de esas señales que todos pasaron por desapercibido.... Si tan solo yo también hubiese puesto tal atención en ti, mi amor, tu también estabas mal, lo pude aver visto en tu mal sana manera de comer, tus náuseas constantes,la palidez enfermiza de tu piel, en las marcadas clavículas y esas grandes y oscuras ojeras en tu bello rostro, haciéndolo lucir enfermo...Mi amor, Tu también te ahogaste en gritos silenciosos, la diferencia es que a ti nadie te escucho.