Confianza...
Vaya que estaba familiarizado con ella. Su novio y él eran la viva imagen de ello, y eran incontables la cantidad de veces que lo habían demostrado. Siempre se contaban todo, si algo los alegraba, los molestaba, si les iba bien o mal, siempre confiaban el uno en el otro para contarle y desahogarse, y vaya que con alguien como Kagaho, eso era casi todos los días.
- ¡Es que te juro que la próxima vez yo lo mato!- Gritaba furioso el azabache.
- Kagaho, cálmate.- Suspiraba Hasgard, mientras Kagaho caminaba de un lado a otro en la sala, gritando y agitando sus manos.- Un error lo comete cualquiera, no te atormentes tanto a tí mismo y a otros por eso.
- ¡Maldición, una sola cosa tenía que hacer y la hace mal el muy inútil!- Seguía insistiendo el peli-negro, hecho una furia.
Kagaho estaba en su último año de universidad, había sido un estudiante ejemplar durante todos sus años de estudio, y ahora, que había entregado en primer proyecto en equipo, sentía que se lo llevaba el demonio.
¿La razón? El profesor les encargó hacer una maqueta a escala de un conjunto habitacional en equipo. Kagaho desde siempre había odiado trabajar en equipo, diciendo que "si algo podía salir mal, saldría mal". Así que hizo hasta lo imposible por evitar cualquier error.
Hasgard fue testigo de todas las noches que Kagaho pasó en vela haciendo cálculos, dibujando planos, haciendo pequeños modelos, y muchas cosas más que él no entendía por no ser su carrera. Todo, porque el obstinado peli-negro no confiaba en sus compañeros de equipo y les dió tareas mínimas, y que no tendrían gran peso si salina bien o mal.
Al final, parecía que todo había salido bien, hasta que el profesor preguntó al azar a alguien del equipo, después de que Kagaho explicara solo todo el proyecto.
El compañero de Kagaho fue incapaz de explicar algo coherente, causando que su equipo perdiera puntos por haberle dejado todo el trabajo a uno solo.
Y Kagaho casi estrangula al pobre chico, de no ser por la intervención del resto de sus compañeros, que lo vigilaron todo el día, hasta que las clases terminaron y Hasgard fue a recogerlo.
- ¡Les envié los planos y explicaciones del proyecto a detalle hace una semana!- Seguía gritoneando Kagaho.- ¡¿Era tan difícil pegar el culo a una silla y leer el maldito documento al menos una vez?!
Hasgard no dijo nada y lo dejó desahogarse, hasta que el peli-negro se calmó lo suficiente.
- ¿Estás mejor ahora?
- Algo es algo.- Gruñó el azabache.
- Ven aquí.- Le sonrió el albino, para después abrazarlo.- Tranquilo, no necesitas hacerte el fuerte conmigo.- Añadió, acariciando su espalda.
Apenas Hasgard terminó de hablar, Kagaho rompió en llanto, escondiendo su rostro en el pecho del más alto.
Se sentía frustrado, enojado, decepcionado, impotente, inútil, triste... Todo al mismo tiempo.
- Soy un inútil.- Murmuró sollozando, aferrándose con fuerza a Hasgard.- Nunca puedo hacer nada bien... Yo...
- Ya, ya.- Le consolaba Hasgard, acariciando su espalda y cabello, permitiéndole llorar.- No eres un inútil, hiciste lo que creíste mejor, y estuvo perfecto. El error lo cometió tu compañero.
- Aún así... Yo...- Siguió sollozando el azabache.- No sé porqué sigo intentando... Soy un fracasado, no puedo hacer nada bien nunca.
Hasgard sabía que a pesar de su apariencia feroz y carácter volátil, Kagaho era alguien bastante sensible.
- No sirvo para nada...- Sollozó el peli-negro.- Por eso mi padre prefirió conseguir otra familia, y... Y mi madre prefirió a un hombre que a mí, y mi hermano... Y por eso mi hermano murió... Porque soy un inútil.
Hasgard sabía el doloroso pasado que Kagaho cargaba sobre sus hombros. Haber tenido que lidiar con el abandono de su padre, la negligencia y abusó emocional y físico de su madre, y la muerte de su querido hermano menor, todo eso, a la edad de tan solo catorce años, no debía ser nada fácil.
Conoció a Kagaho en la escuela secundaria, cuándo el peli-negro solía ser un chico problema, que siempre se metía en peleas, y agredía a la menor provocación.
Hasgard veía algo en ese chico que nadie más podía, y solo por eso, se acercó a él. Al inicio, Kagaho rechazó su compañía y se mostró bastante agresivo, pero con el tiempo fue ganando su confianza, hasta volverse amigos, y después algo más.
A los dieciséis años comenzaron su relación, y a los dieciocho, se mudaron a vivir juntos.
Ahora, a sus veintitrés años de edad, Hasgard sabía perfectamente lo vulnerable que Kagaho se sentía todo el tiempo, y que su agresividad no era más que una máscara para ocultar cuan destrozado estaba su corazón.
Kagaho no era alguien malo, solo alguien que había sufrido mucho durante su vida, y ahora que era felíz, se aferraba con fuerza a su presente, por miedo de volver al pasado.
- No eres un inútil, Kagaho.- Le repitió.- Tu padre fue un perfecto idiota, al igual que tu madre, ni siquiera merecen esos títulos después de cómo te trataron.- Le dijo, acariciando su cabello, con Kagaho aún sollozando contra su pecho.- Y lo de tu hermano no fue tu culpa. Eras solo un niño, no te correspondía esa responsabilidad, pero la tomaste, hiciste todo lo que podías, y eso es lo más valioso.
- Aún así... Yo...
- Eres muy valiente, Kagaho. No cualquiera habría tenido las agallas de enfrentar todo eso.- Le dijo con una suave sonrisa.- Cualquier otro en tu lugar se habría dado por vencido sin luchar, y habría muerto sin absolutamente nada qué hacer. Pero tú no, tú te levantaste y luchaste con todas tus fuerzas cada día.
Hasgard le dió un pequeño beso en la frente para calmarlo. Kagaho solo suspiró, para después abrazarse al cuello del peli-blanco y acurrucarse en su pecho.
- Te amo.
- Cállate y déjame dormir. Me duele la cabeza por culpa del idiota de Cheshire.- Susurró Kagaho.
Hasgard dejó escapar una pequeña risa, acomodándose mejor para dejar a Kagaho dormir sobre su pecho.
Solo con él, Kagaho bajaba todas sus barreras, y se mostraba cómo era en realidad. Solo a él le permitía ver sus miedos, sus inseguridades, su dolor... Todo.
Hasgard descubrió que detrás de una mirada agresiva y filosa, que parecía hueca, escondía un noble corazón debajo.
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Holi, holi! 💮Bueno, este fanfic será algo relativamente corto (13 capítulos exactamente), que se irán liberando uno diariamente.
Me gustaría mencionar que realicé este fanfic es para la campaña #TauroNeedLove, una iniciativa de CourSiren
Nuevamente, muchas gracias por invitarme a formar parte de la campaña ♥️
Así que nada más que decir, espero que disfruten los capítulos 💮
Lauren🌼
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Amorometro [Hasgard x Kagaho]
FanfictionSi existe un sistema para medir la violencia, ¿por qué no uno para el amor? ¡Claro que lo hay: el amorometro!, un pequeño sistema creado para identificar una relación sana y llena de amor. ¿En qué nivel estás tú? 💕🌡️💕