Nivel 8: Poder divertirse juntos

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Después de haber pasado semanas dejándose el alma en aquel proyecto, finalmente pudieron ver los frutos.

El equipo de Kagaho se alzó como ganador del concurso, llevándose el primer lugar, así como todos los beneficios extras y felicitaciones de toda la facultad y profesores.

Justamente, la universidad había decidido ofrecer una fiesta en honor a los alumnos que les habían llevado el trofeo y galardones a casa, una semana después del concurso, y que coincidía con las vacaciones de pascua, era perfecto.

A Kagaho nunca le habían gustado ese tipo de ambientes, pero después de todo, era una fiesta que la facultad organizó para ellos, y se sentía en obligación de asistir al menos a dar las gracias.

Al final, Hasgard había terminado por acompañarlo a aquella reunión, sabiendo lo incómodo que Kagaho se sentiría si iba solo.

- ¿Estás bien?- Preguntó el peli-blanco, entregándole una copa de ponche a Kagaho.

- Estaría mejor en casa.- Respondió Kagaho, bebiendo un poco de la bebida que Hasgard le había ofrecido.- No entiendo qué tiene de divertido todo ésto, es una pérdida total de tiempo y dinero.

Hasgard solo sonrió, rodando levemente los ojos. Había algunas cosas de Kagaho que nunca cambiarían.

- A ver, señor Einstein.- Rió Hasgard, quitándole la copa vacía a Kagaho y dejándola en una mesa.- Solo por hoy apaga la máquina de pensar y disfruta esta fiesta, que al fin y al cabo es en tu honor.- Añadió, abrazando a Kagaho y señalando la frente del peli-negro al mencionar lo de "máquina de pensar".

- Oh, no. Ni se te ocurra.- Dijo Kagaho cuando su novio miró de reojo la pista de baile.- Hasgard.

- Oh, vamos. Solo por ésta vez.- Insistió el peli-blanco, abrazándolo.

- Ni en tus mejores sueños.- Siguió negándose Kagaho.- Yo no canto, yo no bailo, yo nada.

- Solo inténtalo por una vez.- Insistió Hasgard, hasta que Kagaho se rindió y aceptó.

A pesar de todos los avances que había mostrado con su terapeuta, Kagaho seguía siendo bastante reservado, y muchas veces eso chocaba de frente con la personalidad de Hasgard.

Kagaho a duras penas aceptaba ir a fiestas grandes como esa y solo por un rato, a Hasgard no tuvo que pedirle ir dos veces.

Kagaho odiaba conocer gente nueva y tener que socializar, prefería evitarlo si no era necesario. Hasgard tenía una facilidad innata para hablar y hacerse amigo de todos a su alrededor.

Kagaho jamás se había atrevido a bailar en público, le parecía vergonzoso. A Hasgard no le importaba.

Eran prácticamente polos opuestos en algunas cosas, pero eso no les impedía divertirse juntos. Aunque Hasgard tuvo que insistir para que Kagaho accediera a bailar al menos una vez, el peli-negro al final cedió, y con la confianza que su novio le brindaba, al final terminó divirtiéndose en una actividad que en solitario jamás habría hecho.

La química que tenían era tanta y tan buena, que pronto terminaron robándose el show, siendo el centro de atención de todos.

Pero estaban tan metidos en su propio mundo, que ni siquiera notaron todas las miradas conmovidas -y una que otra de envidia- sobre ellos. Y continuaron pasándola bien, hasta que decidieron que era hora de volver a casa.

- ¿Ves que eso no estuvo tan mal?- Preguntó Hasgard, una vez que llegaron a casa y se encontraban descansando.

- Supongo que estuvo mejor de lo que pensé.- Respondió Kagaho, encogiéndose de hombros.

Amorometro [Hasgard x Kagaho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora