-Abuelo, un día no te voy a ver más ¿Verdad?
-Cierto, un día no me vas a ver más.
Pero no quiero que te mueras....Te voy a extrañar demasiado.
-Pero eso depende de mí, y también de ti, claro.
-¿Qué cosa?
-Morirme...
-¿Cómo? ¿Puedes no morirte?
-Claro que sí, si hago las cosas bien no me vas a olvidar, y por lo tanto no me voy a morir jamás, al menos para ti, y eso es todo lo que importa.-Pero no te voy a poder ver.
-También es cierto, pero que no esté presente y no me puedas ver no quiere decir que yo no esté contigo. Cada vez que te enseño algo, o que tú me enseñas, cada vez que compartimos un lindo momento, eso lo guardas en tu memoria para siempre, y cuando lo vuelvas a hacer y yo me haya ido me vas a traer contigo desde el recuerdo. Allí donde guardas esas imágenes, sonidos, sensaciones, aromas y abrazos, en tu memoria, siempre siempre siempre me vas a poder encontrar ¿Y si me puedes encontrar cómo podría morir?
-Gracias abuelo...
Ahora dime pequeña ¿estoy haciendo las cosas bien?
-Sólo te voy a decir que nunca nunca te vas a morir, abuelo.
-Gracias abuelo...-Ahora dime, pequeña, ¿estoy haciendo las cosas bien?-Sólo te voy a decir que jamás jamás te vas a morir, abuelo.
ESTÁS LEYENDO
Mini Relatos
RandomRelatos en Primera Persona, muchos de ellos reales, para leer en un minuto.