Hace un tiempo me contó que no había nadie, que su vida se veía reducida al trabajo, la parada del bondi y su hogar, que de hogar sentía poco.
También me contó que hacía mucho no tenía una charla real, un intercambio, un abrazo, una cena de a dos.
Relató en menos de un minuto su rutina, que hacía años no se modificaba, no habían sorpresas ni nada que se le pareciera.
La vida sólo transcurría frente a sus ojos, tan monótona que simplemente no lo notaba.Pero hace un mes regresó con otro brillo en sus ojos. Ahí me dijo los cambios en su vida. Había "rescatado" un perro, lo rescató y el mismo día le rompió el sillón, se molestó pero al ver la cara del animal no pudo hacer otra cosa que reír. Lo rescató y todos los días recorrió un camino diferente con él rumbo al parque. Lo rescató de una muerte segura, y en poco tiempo el can entendió que había encontrado un hogar, y él comprendió que aquella casa fría ya no era tal, que había que transformar todo el lugar porque ahora la vida era compartida.
Lo rescató y volvió a abrazar fuerte, muy fuerte. Lo rescató y volvió a reír, y a sentirse acompañado, ya no había una rutina, cada día era una sorpresa.Lo rescató, lo rescató y se dio cuenta de que en realidad él había sido rescatado por un animal.
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Mini Relatos
RandomRelatos en Primera Persona, muchos de ellos reales, para leer en un minuto.