"Not a single soul"

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La noche caía por las calles de Mondstadt, la ciudad del vino y la libertad.
Sus habitantes solían ser muy felices, alegres y despreocupados.
Barbatos hasta podía darse el lujo de vivir entre ellos como uno más, se unía en las tabernas, ayudaba en sus quehaceres diarios, y en la noche deleitaba oídos con sus historias, por algo había ganado el premio al mejor bardo por varios años consecutivos.

Pero detrás de toda esa fiesta, Barbatos conocía a cada uno de los habitantes de la ciudad por nombre y apellido. Bueno... quizás se le olvidaba algunos pero con solo pensarlo podía ver flashear el rostro de todos sus pequeños "hijos", o así le gustaba llamarles.
De hecho podía sentir cuando alguien "ajeno" a la ciudad, extranjero, entraba.

Y al igual que conoce a todos, también les siente, sus preocupaciones, sus alegrías, sus logros... Normalmente eran sentimientos positivos.

Pero cuando uno de sus hijos del viento se sentía mal...vaya si se sentía mal él. Es como cuando oía a las madres de la ciudad decir "lo que te paso a ti me duele a mí el doble"

Si uno de sus niños estaba mal, él no tardaría en localizarlo y tratar de darle su apoyo. No lo hacía por quedar bien, nadie sabía quien era en realidad. Tampoco lo hacía por sentirse bien él mismo...

Y esa noche sintió los aires cambiar en la taberna. El aire se volvió pesado y desagradable, como si alguien estuviese fumando justo al lado de él.
Podía sentir dolor y tristeza en el aire...un sentimiento que el arconte no iba a permitir.
Agradeció a los presentes por oírle y abandonó la taberna antes de lo usual. Una vez fuera, casi podía ver donde estaba la persona que tanto sufrimiento volcó en el aire.
Su corazón empezó a latir más rápido y una sensación de frío invadió su cuerpo.

Comenzó a caminar a paso ligero, siguiendo el rastro de sentimientos hasta llegar a la plaza central donde estaba la tienda de alquimia y alimentos.
Buscó con la mirada, tenía a la persona en mente.
A lo lejos vio una persona sentada en uno de los pasamanos de la escalera de piedra que había justo al lado de la tienda de recuerdos.
Su cuerpo se movía al ritmo de unos sollozos.

Venti caminó suavemente hacia la escalera, sus pasos ligeros y silenciosos casi como si estuviese flotando en el aire.
Cuando estuvo cerca apoyó una mano tersa en el hombro de quien tenía en frente, dándole un apretón reconfortante.

Sin querer se sobresaltó, subiendo la cabeza y mirándole con algo de miedo.

—No temas... todo está bien...-Venti seguía con el contacto físico y visual, respirando suave pero notorio en un intento de que le imitase y se tranquilizase.—No pasa nada...no llores...

Venti se agachó un poco y abrazó con especial cuidado el cuerpo de la persona desconocida. Movió sus manos para frotarle la espalda con movimientos tan delicados como si estuviese acariciando un cristal.

—¿Qué pasó? ¿Por qué lloras...?
—¿Cómo me oíste...? No había nadie cuando me senté aquí...-Preguntó con confusión.
—Eso no importa ahora...¿Quién te hizo daño? Nadie hace daño a mis preciados hijos.
—¿Hijos...? Bueno, yo...¿Cómo supiste que me hicieron algo?
—No me cuestiones más... solo dime, quiero saber.
—No importa. No merecen más mi atención.
—...muy bien.-Venti se rascó la cabeza. Normalmente procedían a hablarle de sus vidas, quien les hizo daño y como se sentían al respecto, pero tampoco le disgustaba que no le diesen el gusto a la persona de pensar en ella todo el día.
—Bueno... ofrezco pues, un hombro para llorar. Si lo llegas a necesitar, oídos también tengo, jeje~
Venti sacó la lengua de forma juguetona y la figura rió. Las lágrimas terminaron de rodar por sus mejillas y ahora una expresión serena pero algo preocupada quedó en sus ojos.

—¿Quieres otro abrazo?.-No conocía más métodos de confort, solo respiración y abrazos... tenía que actualizarse.
—Sí, por favor.-Venti nuevamente rodeo con sus brazos a la figura y le dió un abrazo, ésta vez apretó un poco más el agarre y esperó a que la otra persona pidiese que parase.

Empezó a respirar lentamente con las esperanzas de que le imitase.
Las respiraciones comenzaron a igualarse y ya no escuchaba más sollozos.

—Tu toque es tan suave y refrescante...-Se siente como la brisa en días cálidos de primavera.
—Vaya vaya, ¿eres poeta?
—Yo... ugh.-Miro al otro lado con un leve sonrojo.
—Tehe~ Bueno, me encantaría oír más de tu linda voz pero, jeje...tengo que irme a dormir. Aún no tengo sueño.-Hizo un puchero.-Pero...me hospedo algo lejos de aquí, así que, con permiso...

Se inclinó y dió un tierno beso en la frente de la persona desconocida.

—Descansa, y no llores, todo estará bien...

Dió un par de pasos hacia atrás para luego salir corriendo en dirección salida de la ciudadela.

La figura quedó sola nuevamente. Se limpió un poco las lágrimas y se sonó la nariz. No sabía quien era y como sabía tanto de su persona pero ese encuentro había sido suficiente para alegrar su noche...

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Espero que les haya gustado ^^ intenté hacer a ___ neutro para que todos puedan sentirse identificados pero me costó demasiado q.p

Bueno, como sea, espero que tengan un lindo día ❤️

"Not a single soul" - Venti x Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora