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Un año después

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Un año después

— Mira Chifuyu, se parece a ti —carcajea el pequeño de hebras rubias, mientras le enseña al Omega la esfera de navidad— ¿Que dices? ¿Te prestas para decoración del árbol?

— ¡Mama! 

— Deja a tu hermano en paz —dice la mujer a lo lejos mientras pone los distintos postres recién hechos sobre la mesa— ¿Y donde esta Keisuke? —Chifuyu alzo la mirada interesado, cuando oyó la suave voz de su madre pronunciar el nombre de su esposo— ¿Que no sabe que el bebe puede nacer en cualquier momento?

— Fue por nuestros amigos al aeropuerto, supongo que por la nieve se a retrasado un poco —responde desinteresado mientras le ayuda a su hermano menor con las decoraciones del árbol— A veces parece que lo odiaras.

— Ay claro que no, si lo quiero mas que a tu padre.

— ¿Mujer?

— ¿Por que te sorprendes papa? —murmura el Alfa menor, llamando la atencion de los tres adultos— Si Baji-San no estuviese casado con Chifuyu seguramente mama ya te hubiese abandonado y le hubiese propuesto ser su sugar mommy —Chifuyu niega decepcionado, golpendo su cabeza a modo de recriminacion— ¡Ay! ¡Me dolio! 

— Era la idea —responde sacandole la lengua infantilmente.

— ¡Me saco la lengua mama! —chillo ofendido. La mujer mayor solo niega y desaparece por la cocina, ignorando el reproche de su cachorro menor— Pareces un globo terraquio —susurra burlon.

— ¡Mama!

— Sois insoportables.

— Es la pelota andante.

Chifuyu estaba a punto de responder al ataque de su hermano, cuando el escandaloso timbre de su celular capta su atención. 

— ¿Hola?

— ¡Kenjiro Matsuno, dame mi telefono en este preciso instante! 

— ¡Una pelota me persigue mama! —grita en medio de su carcajada, mientras corre en circulos, esquivando a Chifuyu— ¡Mama, mama!

— ¡Damelo! —chilla furioso, arrebatandole el aparato del oido de la nada— ¡Enano!

— ¡Planeta tierra! 

¿Chifuyu? —escucha que una voz gruesa lo llama al otro lado de la linea. 

Infantilmente le saca la lengua a su hermano una ultima vez, antes de alejarse lo mas posible atendiendo la llamada.

«¡Mira por donde vas imbecil! ¡Si muero vendre a jalarte las patas!»

— ¿Hola?

— ¡Chifuyu! —dicen euforicamente al otro lado de la linea— Pense que por la tormenta no habia señal. ¿Me escuchas bien?

Un Bebe Para Navidad | BajiFuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora