Parte 8: Cita de Juegos

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21 de septiembre de 1987 Malfoy Manor


Bellatrix y Harry acababan de llegar a la casa de los Malfoy, y las cosas empezaron de forma complicada. Aunque los dos jóvenes se habían conocido en teoría, ambos eran demasiado jóvenes para recordarlo. Era necesario volver a presentarse cuando los chicos se acercaban a su primer año en Hogwarts.


Harry miró fijamente a Draco de forma inquietante mientras evaluaba al otro chico, aún no había parpadeado ni una sola vez desde su llegada. No había estado rodeado de muchos otros niños, así que no estaba seguro de cómo debía actuar. Movió los dedos de los pies y miró a Draco. Le gustaba la forma en que el pelo del rubio interactuaba con la luz, cómo cada mechón estaba perfectamente en su sitio, una clara contraposición a Harry y su nido de pájaros viviente. El pequeño Malfoy iba vestido como si fuera a una boda, con una camisa de vestir azul oscuro y un brillante chaleco plateado con detalles blancos que a Harry le recordaban a las nubes.


 Llevaba pantalones blancos, y sus zapatos estaban más limpios de lo que Harry había visto nunca. Todo en Draco gritaba "ángel", excepto su rostro, que se convirtió en una mueca desagradable, cuando él también se fijó en el otro chico.


"No me gusta-" Draco declaró con naturalidad, cruzando los brazos apresuradamente.


" Ya es suficiente Draco", susurró Lucius con una advertencia en su voz, reprendiendo rápidamente a su hijo por faltarle el respeto al hijo del Señor Oscuro. "Tú y Harry deben llevarse bien y vas a ayudar a Harry a aprender sobre modales". Era bastante irónico, ya que su hijo tampoco parecía tener modales. Draco empezó a hacer pucheros, con su perfecto labio inferior temblando.


Bellatrix se apartó, queriendo ver cómo se las arreglaba Harry por su cuenta.


"Pero padre... ¡es extraño!" Suplicó Draco, tratando ahora de esconderse detrás de su madre mientras Harry seguía con la mirada fija y sin decir una palabra. "¡Ni siquiera lleva zapatos!" Gritó con fuerza.


Los tres adultos permitieron que sus ojos recorrieran los pies de Harry, dándose cuenta ahora de que, efectivamente, el chico había perdido los zapatos en algún punto del camino entre la mansión Riddle y la mansión Mafoy. Harry sonrió tímidamente mientras se golpeaba los pies descalzos.


"¡Mis pies merecen libertad, sobre todo cuando han estado atrapados en los zapatos durante tanto tiempo!" Explicó, rompiendo por fin su silencio. El chico de pelo negro miró de Malfoy a Malfoy, aterrizando en Draco por último. "Todos tienen mucho brillo, pero creo que tú eres el más brillante. Me gustas". Dijo despreocupadamente, dedicándole a Draco una extraña sonrisa.


"Oh no-"


"Ya, Draco, te acaba de hacer un cumplido. Da las gracias", habló Narcissa en voz baja, dando una palmadita a Draco en la cabeza.


La cara del menor de los Malfoy se había puesto rosa, su puchero permanecía pegado a su rostro.


"Gracias, Potter".


"Llámame Harry". Ordenó el chico de pelo negro antes de marchar hacia Lady Malfoy. A Draco se le salieron los ojos e intentó dar la vuelta por el otro lado, utilizando a su madre como barrera entre él y Harry.

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⏰ Última actualización: Apr 17, 2022 ⏰

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