Sujeto uno: Cormac Miller. Primera parte.

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El verano en Gravity Falls venía acompañado de innumerables visitas al lago y momentos imposibles de olvidar con la familia Pines. Realmente parecía un sueño hecho realidad para cualquier adolescente vivir tardes con la compañía de gente que te hace sentir que estás en casa.

Hubo días en los que Dipper sentía que algo no estaba bien, se sentía incómodo y diferente pero siempre estaba ahí su gemela para recordarle que no importaba nada de eso mientras fuera feliz.

Había pasado un mes desde que el castaño despertó después de haberse intoxicado con algo del bosque.

- ¿Ya te dijo algo tu amiga? - Preguntó Stanley mientras daba un sorbo a su café.

- Sí, quedamos que estaría aquí antes de las ocho junto con Cormac - El castaño cambió de página el libro que tenía en las manos mientras desayunaba, en la portada se podía leer "Una breve introducción a la flora y fauna de Oregon"

Stanley miró el libro y soltó una carcajada.

- ¿Estás estudiando eso para que no te pase lo de hace un mes? Solo mira bien por dónde caminas y no creo que te suceda algo -

Dipper se sonrojó por el comentario y en ese momento llamaron a la puerta, al abrirla se encontró solo con Cormac, el cual le sonreía desde el pórtico.

- ¿Y Pacífica? -

- Hubo un inconveniente con sus padres, ya sabes -

- Espero esté bien -

Una vez el castaño tomó sus cosas salió junto a Cormac a un sitio del que usualmente hablaba el rubio. Salía por ratos entre conversaciones y era una gran atracción para la mayor parte de fuerzas sobrenaturales que se encontraban en el pueblo. Como ambos eran aficionados de ese tipo de temas se dedicaban a buscar alrededor del pueblo y estudiaban sus efectos en el orden de las cosas inexplicables que pasaban, pero al parecer este lugar era el más especial.

Este sitio, en su mayoría, se encontraba ausente de animales, la vegetación ahí era densa, muy oscura y con una distribución extremadamente peculiar, la cual parecía siempre cambiar. Cierto tipo de árboles se acomodaban dispersos entre otras especies con varios metros entre sí, dichos árboles no se encontraban en libros sobre las especies de Oregon, parecían simplemente no existir para los intelectuales amantes de estos temas.

- Te lo juro, es impresionante lo difícil que es pasar entre los árboles -

- ¿En serio? ¿No hay alguna forma de entrar? -

- Pues antes lo creía, pero hace unos días encontré algo -

Ambos caminaban por las afueras del pueblo cuando una sensación extraña recorrió sus cuerpos y provocó una sentimiento de vértigo en Dipper.

- ¿Estás bien? - Lo miró extrañado el rubio.

Dipper solo asintió y continuaron su trayecto. Caminaron por aproximadamente una media hora y el ambiente comenzó a cambiar, el sol entraba escasamente por entre las hojas de los altos árboles y la temperatura bajaba cada vez más, en el suelo se podían observar descensos de tierra como si de falso suelo se tratase y los troncos de los árboles se engrosaban mientras más se adentraban en el bosque.

- ¿Estás seguro de que se puede pasar por aquí? -

- Tú solo sígueme y no preguntes - Dijo Cormac con una voz más seria.

- Mientras más avanzamos se hace más difícil pasar, busquemos otro camino -

El rubio solo ignoró las palabras como si Dipper nunca hubiera emitido un sonido.

- Cormac, hablo en serio, algo no está bien -

El castaño tomó de la mano a su compañero lo cual provocó que lo mirara, por un momento pudo distinguir en sus grises ojos una mirada que jamás había visto, Dipper retrocedió y observó con cautela a su alrededor.

- Pines - Susurró el rubio - Solo miremos un poco más, por favor.

Dipper se cuestionó si seguirlo sería una buena decisión, consideró cada opción pero había muchos factores que jugaban en su contra, estaban a gran distancia de la cabaña y por más que lo quisiera sabía que no podría regresar por sí solo antes del anochecer, se encontraba contrarreloj pues una vez el sol se escondiera la oscuridad del bosque lo rodearía y sería casi imposible defenderse en caso de que algo lo acechase.

El castaño suspiró.

- Está bien, continuemos, pero si pasa algo nos vamos -

Dipper continuó caminado detrás del rubio hasta que llegaron a un pequeño hueco entre los árboles.

- Estuve un mes rodeando este lugar y por fin encontré una entrada hace unos días - Cormac sonrió con satisfacción.

El castaño miró con atención adelante de ellos y observó que los árboles formaban un pasillo que se extendía por al menos diez metros más y lo que había después de esa distancia no se lograba distinguir pues era realmente oscuro, por un momento Pines dudó si aún era de día pero según sus cálculos desde que salieron de la cabaña hasta ese momento habrían pasado máximo cinco horas por lo que sería aproximadamente la una de la tarde.

- ¿Por qué está tan oscuro allá? -

- Porque ese es el centro de todo lo que pasa en Gravity Falls, altera lo que hay cerca - Miller tomó una larga pausa - El tiempo ni el espacio son los mismos ahí y tiene una extraña interacción con la luz.

Dipper sintió una pesadez en su pecho, se encontraba intranquilo pero la curiosidad lo carcomía.

Comenzaron a caminar hacia el final del pasillo, los árboles tenían extraños símbolos que se asemejaban a runas en sus troncos, Pines observó todo a su alrededor hasta que llegaron a su objetivo.

Se detuvieron y se observaron por un momento, el silencio era inquietante.
Miller le entregó algo a Dipper en lo que parecía una caja muy pequeña y bien sellada.

- A partir de aquí quiero que no te separes de mí, no hagas caso a nada de lo que veas, si escuchas que te llamo no respondas y sobre todo no confíes en nadie -

The Moon's Eye [Dipper Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora