Capitulo 1: Llegada al colegio real

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Capitulo 1: Llegada al colegio real

-¿Pero que mierda? ¡Yo no me inscribí a ese maldito concurso, ni siquiera sabia que existía! - Grito con enfado el menor del trio, viendo como sus hermanos no decían nada.

-Calma, A-Cheng, debe de haber una respuesta a esto -dijo su hermana tratando de calmarlo.

-¿Por que siento que esto es tu culpa, Wei WuXian? - dijo sin tapujos el de ojos morado eléctrico viendo como su hermano tras analizar la situación puso una cara de revelación para después distorsionarse y convertir se en una de miedo y nerviosismo.

- ¡Que! ¿Yo? ¿Cómo crees? - dijo lo suficientemente nervioso como para que la misma YanLi lo mirara expectante.

-Habla, Wei WuXian -exigió levantándose de su asiento.

-Yo... creo que fue después de una borrachera, recuerdo haber ido al supermercado y comprar un boleto que decía "lotería " en letras muy finas, me pedía domicilio y nombre, y como paso lo de los matones no me arriesgue y puse tu nombre -dijo escondiéndose detrás de la dama.

-Juro que te voy a matar, Wei, ¿Qué es eso de andar comprando boletos de lotería? podríamos utilizar ese dinero en cosas mas importantes -replico furioso Jiang Cheng.

-Lo se, solo quería probar suerte pero parece que el boleto era para el sorteo. -Wei bajo la cabeza en señal de disculpa algo que acostumbraba a hacer cuando verdaderamente estaba apenado.

-Ya esta hecho, A-Cheng, A-Xian no lo hizo con mala intención y no podemos cambiar lo que ya sucedió -alzo la voz YanLi para evitar conflictos -Por lo que dijeron en la televisión vendrán mañana a esta dirección para llevarte al colegio, veamos esto como una oportunidad para salir adelante, A-Cheng, un puesto como Vizconde lograría sacarnos de la posición en la que nos encontramos -dijo la joven tomando la mano de su pequeño hermano con toda la calidez que sus manos delgadas podían dar.

- Una oportunidad...podríamos pagar tus terapias con mayor facilidad, sin tener que trabajar dobles turnos, ni triples empleos, podríamos saldar la deuda del imbécil para que al fin pueda salir sin temor a que lo maten. -Jiang Cheng divago un momento, su hermana tenia razón, esto podría ser lo que los sacase de aquella maldita pocilga, tener un puesto de rango en la corte imperial le traería mas beneficios aunque también era un arma de doble filo, se había estado rumorando que cada vez había mas asesinatos de nobles o personas que tuvieran que ver con la corte u familia real...no, no importaba su vida con tal de que su hermana viviera mas, sin tener que luchar con esta enfermedad que la carcomía viva, podría pagar el trasplante de células madres que ella necesitaba con 2 o 3 sueldos, incluso (y a pesar de que no lo admitiese) quería ver a su hermano en las calles jugando, parloteando y coqueteando descaradamente con cada muchacha que le dirigía una sonrisa, no imaginaba ni quería ver a Wei WuXian en un ataúd solo por que la maldita vida de mierda los había puesto como los eslabones mas débiles de todo el maldito océano.

-Esta bien, iré. Empacare mis cosas. -Con esa simple frase el de trenzas cual coronilla acaricio la mano de su hermana, se dirigió a su cuarto y debajo de la sencilla cama saco un mochila negra ya desgastada para empacar lo necesario.

Wei WuXian que todavía seguía en el sillón se levanto, ayudo a su Shijie a llegar a la cocina para finalmente estar parado frente a la puerta de su pequeño Shidi, toco avisando de su entrada e ingreso a la recamara compartida; observo como su hermano abría los cajones de la pequeña cómoda sacando ropa, cepillos, etc.

-A-Cheng, yo...

-No digas mas, Wei, lo hecho hecho esta, no hay vuelta atrás -dijo el muchacho terminando de cerrar la mochila significando el cierre de esa conversación -No estaré en casa y Jiejie necesita de atención por si vuelve a recaer, no te separes de ella si nos es para situaciones de suma importancia; mañana, después de que me vaya, ve a mis tres empleos y pídeles el dinero del mes, cuando lo tengas compra todo lo necesario para 2 semanas, guarda y no te gastes los ahorros, veré como puedo darles dinero desde la escuelita esa.

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