01

3K 184 8
                                    

¿Por qué no puedo alegar mis ojos de ti?.
¿Qué es lo que tienes que me llama tanto la atención?.

Son dos de las tantas preguntas que me hago sobre ti todos los días, desde el primer momento en que abro mis ojos y los rayos del sol iluminan mi rostro.
Siempre es lo mismo, levantarme a las seis de la mañana, meterme al baño para lucir mejor que el desastre que soy cuando me bajo de la cama, bajar al primer piso del gran apartamento que compartimos y caminar hasta el cuarto de ejercicios.

Ahí estas, ejercitando tu, ya, tonificado cuerpo, las gotas de sudor se resbalan por tu torso desnudo, tu cabello negro pegado a tu frente y tu nariz arrugada por la fuerza que estás haciendo.
Dios, solo a él le puedo agradecer porque soy capaz de tener esa hermosa vista cada mañana.
Cuando notas mi presencia te quitas los audífonos y me sonríes.

-Hola hyung. - tomas una toalla y la cuelgas alrededor de tu cuello, te acercas y te sientas alado mío.

-Hola Jungkook.

-¿No pudiste dormir?.

Es la única mentira que soy capaz de decir, y gracias a ella es que puedo verte todas las mañanas.

-No. - sonríes de nuevo, te secas el cabello, reprimo las ganas de quitarte la toalla y hacerlo por ti, seria muy feliz si algún día logro hacerlo. - ¿Cómo vas?.

-Bien, ya estoy terminando. - te pones de pie nuevamente, no puedo evitar mirar tus brazos, desde que te hiciste todos esos tatuajes me parecen más sexis, quiero acariciarlo y preguntarte por el significado de cada uno.

-¿Quieres desayunar?.

-Si, gracias. - me pongo de pie, mi vista cae en tu abdomen, mis dedos pican al imaginar la sensación de tocarlos.

-Si, si, esta bien, voy a hacerlo. - salgo de la habitación y suelto un largo suspiro. Mi corazón está latiendo a mil por hora, le doy una última mirada al salón y me dispongo a irme.

Un grito sale de mis labios al sentir como soy tomado del brazo y metido de nuevo a la sala de ejercicios.

-Shh. - colocas tu mano suavemente sobre mi boca, mis mejillas se sonrojan al caer en cuenta de lo cerca que estamos, y sigues sin camisa. - ¿Quieres jugar?. - susurras, mi cuerpo se estremece, sueltas mis labios y me sonríes.

-¿Qu.. Qué?.

-Quieres jugar. - repites, mis piernas comienzan a temblar al sentir tu aliento en mi cuello. - ¿Mhm?. - un gemido sale sin aviso cuando lo besas.

-Jungkook... ¿Qué haces?. - me tomas de la cintura y me arrinconas contra una pared, tu cuerpo es muy grande a comparación del mío, lo puedo notar gracias a la pared de espejos que esta justo enfrente nuestro.

-Estoy jugando con hyung. - mis ojos se abren al sentir algo muy cerca de mi abdomen, bajo la mirada, tus shorts sencillos de tela dejan a la vista tu erección.

-Oh, dios. - sueltas una risita, siento mis piernas fallarme pero es gracias a tus grandes brazos que no caigo.

-Hoseok. - estoy muy concentrado en aquel bulto que omito la parte de los honoríficos. - ¿Quieres esto?.

-¿Eh?... Ah.. Si, si. - tu mano baja hasta uno de mis glúteos, no se si debo estar feliz por no tener ropa interior, o debo estar asustado. Le das un apretón, muerdo mi labio.

-Vaya. - alejas tu mano solo unos segundos, pero luego la metes dentro de mis shorts. - Que sorpresa.

-Jung... - nunca imagine que este momento iba a llegar, pero aquí estamos. Estas comiendome la boca, tu lengua explora cada espacio de mi cavidad y yo no me quedo atrás, enredo mis manos en tu húmedo cabello mientras masajeas mi desnudo trasero.

Te separas de mis labios, para dirigirte a mi cuello en donde el sonido de tus besos y chupetones es lo único que se escucha en esa gran sala.

-¿Sabes? Esto es mejor que en mis sueños.

-¿Tú?... Amm. - mi cuerpo se está volviendo loco por todas las sensaciones que estoy sintiendo. - ¿Has soñado conmigo?.

-Todas las jodidas noches, Hoseok. - un gemido más fuerte cuando bajas mis shorts de un solo tirón, trato de cruzar las piernas o taparme con mis manos por la vergüenza, pero me detienes.

-No, no.

-Tranquilo. - besas uno de mis muslos. - Eres hermoso. - no puedo evitar mirar la pared de espejos, el reflejo solo hace que me excite cada vez más.

Besas, lames y muerdes mis muslos, no tengo cabeza para pensar y decirte que no lo hagas, que no dejes marcas.

Te pones de pie, y me vuelves a besar, ahora más lento, enredo mis piernas a tu cintura, me tomas del culo y restriegas tu gran erección.

-¿Quieres seguir?. - susurras enmedio del beso.

-Si, por favor.

Me bajas con delicadeza, pero antes de que te quites tu short te doy la vuelta, ahora eres tu el que está acorralado.
Una sonrisa ladina adorna tu rostro.

Bajo mis manos a tu abdomen, se siente tan bien como lo imagine, no puedo evitarlo, mi lengua recorre la mayor parte, para luego quitarte lentamente tus shorts.

-Hoseok, te ves tan sexi ahora. - sonrió, sueltas un gemido al sentir, por fin, la libertad en tu pene. - Vamos, adelante.

Lo tomó con mi mano y comienzo a subir y bajar, luego le doy una lamida a la punta, alzó la mirada, me hace feliz el tenerte así.

-¿Te gusta?.

-Joder, si. - me lo meto a la boca y lo chupo, una y otra vez, tus gemidos son música para mis oídos. Unos minutos después tu semen llena mi boca, te veo a los ojos y me lo trago. - Eres un buen chico, Hoseok.

Me tomas de los brazos y me alzas, me colocas sobre una de las máquinas de ejercicio y me das la vuelta.

Sin aviso metes tu pene en mi culo, apretó la orilla de la máquina al sentir tu pene dentro.
Comienzas a moverte, rápido, duro, me gusta.

-Ahh, Jungkook. - mi voz temblorosa, tus manos rodean mi cintura y tus movimientos se hacen más rápidos.

Besas parte de mi cuello y espalda, alzó la mirada, nuestro reflejo me revela mi rostro rojo y ojos acuosos.
Me encanta la forma en que miras como tu pene entra en mi culo.

-Hoseok, eres hermoso. - un gemido agudo inunda la habitación al sentir como me llenas con tu semen. Mis piernas tiemblan y unos segundos después siento el líquido caer en mis piernas. - Eso, eso fue...

-Increíble. - me doy la vuelta, tomo tu rostro y te beso.

-¿Otra ronda?.

-Las que quieras.

UNO PARA SEIS/bts×hoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora