Run To You - JAEYONG

Run...

La cadena volvía repetirse, las peleas rondaban de nuevo sin la menor intensión de desaparecer y sobre todo el rencor podía sentirse incluso en las más pequeñas acciones. Otra vez Lee TaeYong decidía escapar de ese infierno.

-No - Respondió cortante a la pregunta- Estoy demasiado cansado como para lidiar contigo otra vez-

Esta vez TaeYong sentía la misma rabia de siempre, que le provocaba querer llorar, pero la diferencia de las veces anteriores se centraba en su estado de animo antes y después de esta pelea.

-No puedes solo dejarme aquí TaeYong- Contestó con un tono irritado, la verdad es que estaba cansado también de esas "escenitas" que hacía el mayor - Al final regresarás a mi-

El mas bajo suspiró cansado, sí, le dolía que JaeHyun tuviera razón, pues al final siempre terminaba en los brazos del menor, aún humillándose una y otra vez, incluso arrastrándose, era tan sumiso cuando el menor le dirigía la palabra. Aún con eso, esta vez era diferente, no podía permitirse tan solo regresar y ya, ahora tenía prioridades, además había planeado escapar de allí costara lo que costara.

Sus ojos se cristalizaron, al recordar lo débil y patético que era, aunque le doliera desde el fondo de su alma, al final del día seguía siendo el mismo. TaeYong apretó los ojos con fuerza, evitando que cualquier rastro de lágrimas cayera por sus mejillas pálidas, se tragaría las lágrimas por su creciente deseo de dejar de ser la marioneta del menor. Aprovechando que estaba de espaldas al menor, pudo girar sus ojos hacia arriba, tragándose las lágrimas.

-Puedes estar seguro que esta vez no pienso regresar, no volveré a molestarte otra vez. - Contestó firme, mientras se dirigía hasta el hermoso armario- También espero que no aparezcas por allí para molestarme-

TaeYong detuvo sus movimientos al ver el trozo delicado de metal que rodeaba su dedo anular, odiaba ese estúpido anillo, desde el primer día que lo tuvo sobre sus manos. Mierda, odiaba solo verlo porque le recordaba a su patética vida, su sensibilidad, a JaeHyun, y a JaeHyun otra vez... siempre JaeHyun.

-No te molestaré- Hizo una pausa, TaeYong sabía que estaba moviendo sus cartas, para destruirlo desde adentro-... si te quedas -

TaeYong dejó de prestarle atención y metió toda la ropa que tenía en las maletas, en verdad estaba harto de su esposo. Si es que así se le podía llamar al hombre que en múltiples ocasiones lo hecho de casa alegando que "no había espacio para él", siempre que quiso escapar de ese lugar era lo mismo, y el TaeYong anterior regresaba rogando perdón. Pero, no hoy, lo odiaba tanto que prefería dormir en la calle a volver a dormir en la misma cama que Jung JaeHyun.

-Me voy, he dicho JaeHyun, no puedes quitarme el derecho de... - Quiso ser fuerte el mayor, pero la voz de su menor lo interrumpió con una voz grave y firme-

-He dicho que no TaeYong, no te atreverás a pisar la puerta de la casa si yo no lo permito- Alzó la voz para hacerse escuchar en toda la habitación- No pienso escuchar tus estúpidas disculpas luego-

Eso fué todo TaeYong dejó escapar una lágrima, sin querer, temblando sobre su mismo eje. Pero aún así no esperó que JaeHyun terminara, cerró la gran maleta y abrió la puerta de la habitación matrimonial. Salió con la cabeza en alto, no iba a permitir que su esposo volviera a levantarle la voz y mucho menos, iba a permitir que lo manipule para quedarse.

-TaeYong... - Dijo irritado el menor desde la cama, viendo como TaeYong se alejaba-

-¡TaeYong! - Escuchó los gritos furiosos de JaeHyun en el segundo piso, tuvo que apresurarse en bajar las gradas- ¡Lee TaeYong, retráctate o no respondo!

TaeYong, tenía tiempo, JaeHyun aún debía vestirse, él sabía que el menor ponía su reputación ante cualquier cosa, incluso ante los sirvientes, que pasaban cuchicheando: "otra pelea".