1-¿Nuevo comienzo?

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Camino en dirección al instituto pijo de mi hermana, y veo a mi hermana hablando con su mejor amiga. ¿Dysa? ¿Dyña? Ah si, Dylan. Dylan Chendler.

Lucy me saluda con a mano, y le hago un ligero movimiento de cabeza. Desentono muchísimo allí, con mi chaqueta de cuero y mis vaqueros rotos.

La gente de aquí es tan patética. Los pantalones de hace tres siglos de chico me dan tanta pena. O espera, ¿es risa? Lo que sea:

-Matthew Miller, encantada. - saluda Dylan cuando me acerco a ellas. ¿Matthew Miller? Hace años que nadie me llama así. ¿Alguna vez alguien me ha llamado así?

-Dylan Chendler, ni se te ocurra volver a llamar a mi hermano así. -ríe mi hermana- Que luego cargo yo con su furia. - le susurra divertida-

-Bueno, ¿vamos?- digo ya cansado de ver toda la monotonía del lugar-

-¿Tanta prisa tienes, Matt? - dice Lucy dándome un beso en la mejilla.

-He quedado con Carter. - digo seco, como siempre.

-Vaya, pensaba que me ayudarías con la maniobra de motos hoy... -susurra y pone un puchero-

-Pues te jodes. -me encojo de hombros, le guiño un ojo a Dylan y me encamino hacia mi preciosa Harley de coleccionista. -

Amo esta moto, lo juro.

Escucho a mi querida hermana despedirse de su mejor amiga, y resoplo por las tonterías que tienen las chicas. Y lo digo yo que tengo 7 hermanas.

Demasiadas mujeres en mi vida.

-¿Nos vamos chiqui? - dice mi hermana al subirse a la moto, cosa que provoca que yo gruña por el estúpido apodo-

-Si me vuelves a llamar chiqui te tiro de la moto.

Y hay acabó nuestra conversación. Creo que fui algo desagradable, pero esa manía suya de dejarme como estúpido me toca mucho los cojones.

Además, tengo un huevo de ganas de ver a Madisson, mi nueva putita. Ella sí que está buena, y no las tías con las que va Carter. Pobre de él, no sabe lo que es vida, tete.

-¡MATTHEW MILLER, QUE NOS ESTRELLAMOS! -grita Lucy y vuelvo a mí mismo. ¡Mierda, la...! Farola. ¿Farola? ¿Me tenía que abollar la moto una puta farola? ¿Y ahora cómo cojones voy a ir a mi quedada? ¡Esta noche había lucha libre, joder!

-¿Estás loco, o qué? - me dice Lucy con la mano en el corazón. ¿Y esta se supone qué es la hija de un mafioso?- ¡Yo tenía seguridad contigo, y ahora tengo una raja en el iPhone.

-Antes tenía una moto y oídos, y ahora una hermana pesada. -digo mirando mi cartera. Pero, como no, viene, me la quita, para un taxi y se va. ¿¡Oh joder, vamos, ahora que hago!?


-¿Matt? - dice una voz desde dentro de una ¿limusina?.

-¿Dylan, eres tú?

-Síp. ¿Te llevamos? - dice señalando el vehículo.

- Me harías un enorme favor. -me levanto y aparto la moto de la carretera.

Entro, y me encuentro una especie de balneario. No es exactamente un balneario, e más bien un santuario dedicado a las motos.

¿Raro? Joder, extraño.


Dylan me mira interrogante, más bien como con miedo.

-¿Te gusta? - susurra. ¿Si me gusta? Es una pasada. Pero, obviamente no lo voy a admitir en voz alta. Tengo una cosa muy desarrollada (no es el pene) llamada orgullo.

-Está bien. Aunque - señalo una moto- esa es del 97, no del 96. Si miras las llandas, te das cuenta...

-Del dibujo que ofrecen, y en el manillar está la firma del nuevo ingeniero de la moto, además de que obviamente esa pintura se utilizó por primera vez en el 97.

-¿Has estudiado para esto, no Dylan?

-No. - dice riendo flojo- Por cierto, ya hemos llegado a tu casa. - asiento y cuando me voy a bajar, me da un beso en la mejilla. Alzo una ceja y ella me responde:

-Educación ante hombres. ¿Tu hermana no lo hace? - la miro perplejo, empiezo a reir y me bajo negando.


Veo a Lucy con Harry y mis padres. Bien, que empieze la fiesta.


The mafia's loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora