2. Visita

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Las gotas de lluvia arrullaban el del alfa, quien se había tomado la tarde para tener una pequeña siesta

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Las gotas de lluvia arrullaban el del alfa, quien se había tomado la tarde para tener una pequeña siesta. Abrió sus ojos perezoso, viendo a la gran ventana a su lado y como las gotas chocaban contra esta y el balcón al otro lado.

—¿Alguna vez deja de llover? —se preguntó, respondiendo a sí mismo al recordar que era otoño y era común.

Sin muchas ganas, tomó asiento en la gran cama y miró al reloj que se posaba sobre la mesita de noche, eran las cinco y media, había dormido por tres horas; tanto sueño lo atribuía a los medicamentos que le recetaron para evitar un resfrío.

Se levantó para acercarse al espejo, llevó su mano hacía la venda para retirarla, ya dos días habían pasado desde el incidente y al parecer ya se encontraba curado y su alfa agitado; se preguntaba si había alguna medicina para poder calmarlo.

Su estómago rugió en hambre, por lo que decidió salir de su habitación y bajar a la primera planta. Cuando estaba en el último tramo de escaleras, notó a su madre entrar a la casa seguida de unas personas, su corazón se detuvo al ser inundado por el delicioso olor a chocolate con leche y sus ojos al encontrarse con los color caramelo del omega que lo salvó.

—SeokJinie que bueno que despiertas —su madre se acerca a él, haciéndolo reaccionar—. He invitado a NamJoon y sus padres como agradecimiento del otro día, saluda.

—Eh- si, buenas tardes, es un placer tenerlos aquí —intenta disimular su nerviosismo y que la situación lo ha tomado de sorpresa.

Los padres del omega se presentan y vuelven a agradecer la cena, igual indican que no era necesario, siendo respondidos por Chaerin, la madre de SeokJin, con que es lo mínimo que podrían hacer. Ambos jóvenes son dejados de lado debido a la plática de sus padres, NamJoon voltea hacia el alfa que no evita sonrojarse apenas lo hace— ¿Ha estado bien, hyung? —pregunta suave.

Mientras que SeokJin analiza el porque ahora la palabra 'hyung' suena tan bien a sus oídos ¿era mayor que el omega? No lo sabía, pero no le importaba ser llamado así por este— Sí, yo... yo no he tenido ningún otro malestar más que el golpe, el cuál ya está curado —apunta hacía dónde está la herida.

Curioso, NamJoon se acerca subiendo los escalones hasta estar en el mismo que el pelinegro y posa sus ojos por sobre la herida. Mientras que se asegura que lo dicho por el alfa sea verdad, este parece estar aguantando la respiración al tener frente a frente al castaño.

—¡Nammie! Ven por favor.

La voz de Chaerin se escucha haciendo al omega volver en sus pasos, deteniéndose viendo al alfa quien no se ha movido.

—Oh, yo... ya iré, debo ir a hacer algo, sí.

El omega asiente, retomando su andar hacía el comedor y cuando SeokJin lo pierde de vista se permite respirar normal, apoyándose en el barandal— ¿Por qué tiene que ser tan lindo? —susurra de manera incriminatoria.

Olor a lluvia ☔ JinnamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora