Corea es de esos países que disfrutan de las cuatro estaciones a lo largo del año, su cálido verano, su frío invierno, su suave primavera y su húmedo otoño.
Al ser ese el caso, el pequeño omega se preguntaba del porque llovía tanto muchas veces al...
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Ese día las nubes permitieron que las personas pudieran hacer sus deberes sin el temor de alguna lluvia, eso sí, no se movieron del cielo tapando los rayos del sol.
—¿Has probado esto Nammie?
El castaño levanta su rostro del libro que se encuentra leyendo y mira a su amigo que mantiene su mano elevada con una golosina con envoltura de fuertes colores y nombre extraño. NamJoon niega mientras que el alfa se debate si se atreve a probar el desconocido dulce.
Se encontraban en una tienda de conveniencia que no perdía el toque rústico del resto del pueblo, hace rato habían salido del instituto y como de costumbre buscaron algo que comer o hacer, por ello se encontraban con su uniforme acompañado de unas bufandas y guantes; el frío aumentaba con los días.
—Sí muero al probarlo, te dejo mi herencia —indica el alfa yendo a pagar por las golosinas que compraran. NamJoon ríe yendo detrás de él.
—Como si tuvieras alguna herencia.
JungKook lo mira ofendido aunque no puede negar que es cierto— ¿No quieres algo más?
El castaño lo piensa y regresa en sus pasos, tomando en sus manos un algodón con azúcar que hace días probó y le gustó mucho.
—¿NamJoon? —el nombrado capta el olor característico de SeokJin y al ver a su lado se lo encuentra con este viéndolo.
—Hola hyung —saluda suave, característico de él.
Ambos se ven, pero no saben exactamente qué decir o hacer.
—¡Nammie rápido!
En ese momento NamJoon recuerda que se encuentra haciendo en ese lugar y hace una venida para el mayor, antes de apresurarse dónde su amigo lo espera para poder pagar— Esto quiero.
El alfa a su lado asiente, añadiendo el algodón de azúcar a las cosas que ya habían elegido. NamJoon voltea hacía atrás intentando ver en dónde se encuentra el mayor, no lo ve por lo que decude que ha seguido con sus compras.
Cuando las cosas son pagadas, los amigos salen para sentarse en una de las mesas que la tienda tiene— ¿Por qué tardaste tanto por el algodón?
—¿Recuerdas lo que te mencioné sobre el alfa que me encontré? —al ser uno de sus mejores amigos, NamJoon no dudo en contarle a JungKook lo sucedido hace ya varios días. El alfa asiente mientras saca una botella con leche de banana— Me lo encontré dentro de la tienda.
—Oh~ —el alfa le tiende la botella de leche a NamJoon quien rápidamente da un sorbo, mientras toma otra para sí mismo— ¿y por eso tus mejillas sonrojadas?
Un golpe sin fuerza es dado en el hombro del alfa mientras que este ríe de la cara refunfuñada de su amigo— ¡Tú no ayudas!
—Y tus golpes no duelen —se burla el pelinegro, volteando hacía la tienda sin lograr ver al alfa que su amigo mencionó— ¿Debería retarlo a ver sí es un alfa decente para ti?
