Amor, escape y futuro

Capitulo 3

Harry casi se había olvidado del mundo exterior. Su vida se había convertido en una buena rutina y se estaba adaptando muy felizmente a su vida. Por lo tanto, fue un poco impactante cuando una lechuza se abalanzó sobre la tienda y se acercó a donde Drogo estaba sentado junto a Harry mirando a los bailarines.

No se había dado cuenta de cuán visiblemente palideció, lo suficiente como para que Rakharo estuviera frente a ellos en un segundo, Jorah abriéndose paso a través de la tienda. Pero su atención principal estaba en la gran mano que ahuecaba la parte posterior de su cuello y el pulgar que frotaba su cuello.

*A salvo,* retumbó Drogo. Harry asintió pero se humedeció los labios con nerviosismo y miró a la lechuza que estaba sentada impacientemente esperando ser liberada de su carga. Estaba confundido cuando su cabeza se inclinó hacia atrás con un pulgar guía debajo de su barbilla y se encontró con los ojos de Drogo. Frunció el ceño un poco interrogante, solo para sorprenderse cuando un beso se presionó firmemente en sus labios. El beso se parecía mucho a la personalidad de su esposo, poderoso, firme, apasionado, un poco contundente y logró calentar a Harry y hacerlo sentir seguro mientras se sumergía en el beso después de apenas unos segundos de vacilación.

Era la primera vez, además de dormir juntos, que hacían algo así, y Harry podía sentir su corazón latir con fuerza en su pecho mientras presionaba contra el beso de Drogo, su mano se estiraba para agarrar el fuerte hombro en el que se había vuelto tan fuerte. familiarizado con el tiempo de la tarde. Permitió que el calor ahuyentara el escalofrío de miedo que le había provocado la presencia de la lechuza.

Cerró los ojos y permitió que el olor de su esposo lo inundara, el sabor de la carne de caballo y el vino que saboreaba de sus labios, la fuerza de esos brazos que sabía que podían realizar actos viciosos o sujetarlo con suavidad y seguridad, el sentimiento de su magia retorciéndose y moviéndose hacia arriba para proteger a su gente. Permitió que el sentimiento familiar y seguro de sus amigos, Jhiqui, Irri, Rakharo y su amigo más cercano, Jorah, estuviera cerca, capaz de sentir su magia abriéndose paso en las protecciones.

Permitió que el sonido de su gente a su alrededor lo inundara, la gente para la que él era un Khaleesi, no un título no ganado de cuando era un bebé, sino uno que estaba demostrando, permitió que su música corriera por sus venas. , permitió que sus voces calmaran su corazón, permitió que la magia de todo su campamento aliviara las sombras de su mente y ahuyentara el miedo.

Las manos de Drogo recorrieron su espalda y lo acercaron más mientras profundizaba el beso entre ellos, todos los pensamientos ahora abandonaban la mente de Harry mientras la excitación lo inundaba, haciéndolo aferrarse más fuerte y apretarse más. Al menos hasta que el Búho ululó indignado al ser ignorado. Se separó de mala gana, Harry murmuró maldiciones Dothraki en voz baja antes de girarse para mirar a la lechuza molesto. Drogo también se giró y, aunque su rostro no cambió de su expresión severa normal, sus ojos brillaban un poco divertidos.

-Khal Drogo me preguntó si te enseñé esas palabras -tosió Jorah divertido-.

'Ah no, esos los aprendí de Rakharo,' sonrió Harry. El joven dothrakhqoyi parecía ligeramente avergonzado mientras Jorah traducía.

Finalmente, tuvieron que tomar la carta de la lechuza y leer el mensaje de lo que Harry reconoció fácilmente como la letra de Dumbledore.

Harry hizo una mueca cuando Drogo gruñó con ira, escupiendo algo que Harry supuso que era violento y extremadamente sangriento. Extendió la mano para tocar el brazo de Drogo para tratar de calmarlo y averiguar qué estaba pasando.

'Parece que el Viejo Cuervo insiste en que Khal Drogo proporcione los hombres que prometió o te aceptará', explicó Jorah a Harry. La tienda había estallado en gritos y maldiciones, todos los Dothraki luciendo furiosos, y por las palabras que Harry pudo escuchar sonaban furiosos por la amenaza a su Khaleesi.