꒰ Capítulo 07 ꒱

907 120 37
                                    

─────┈  • ⋆ ꒰✧꒱ ⋆ •  ┈─────

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─────┈  • ⋆ ꒰✧꒱ ⋆ •  ┈─────

Jeongin estaba sosteniendo con fuerza un papel. Estaba ansioso y avergonzado. Hace cuatro días había pasado aquella especie de confesión y hasta aquel día no había compartido ninguna palabra ni mirada con Seungmin. Ni siquiera habían estado en algún espacio en común por la cobardía de Jeongin. No se había acercado, pero hasta donde sabía, Seungmin terminó con Yuna un día después de haberle confesado que le gustaba. 

—¿Estás listo? —inquirió Jisung, quien estaba hablando por teléfono con Jeongin desde hacía media hora. 

Han Jisung era el segundo mejor amigo de Jeongin, quien había tenido que ir a Malasia por razones familiares, pero nunca perdieron el contacto. Después de que Jeongin se le confesó a Seungmin, comenzó a hablar de lo sucedido con Han, quien no lo defraudó. No lo criticó, es más, ahora lo estaba ayudando a calmar sus sentimientos negativos. 

Jeongin estaba frente a la casa de los Kim con una especie de carta toda arrugada, a causa de los nervios había estrechado aquel papel blanco con bordes celestes, mismo papel que contenía dentro todos aquellos sentimientos dulces y demasiado empalagosos que había escrito para Seungmin. 

Armándose de valor, le dijo a Jisung en voz baja que después le contaría su fracaso y colgó, hasta que finalmente guardó su celular y, con pasos temblorosos y torpes, se posicionó frente a la puerta de madera para después golpearla con su mano derecha. 

—Hijo. —Sonrió la señora Kim cuando abrió la puerta. Su sonrisa derrochaba ternura y amabilidad por todas partes, después de todo, era como la madre atenta que nunca tuvo—. ¿Qué tal? ¿Buscas a Minnie? 

Jeongin asintió repetidas veces, demasiado avergonzado. Sin decir ni una palabra se adentró en el lugar cuando su madre no biológica se hizo a un lado y le dio permiso para que pasara. 

—Está en el segundo piso. Ve con cuidado. 

Le agradeció su ayuda y sin más continuó su marcha en busca de Seungmin. Subió las escaleras con cautela y caminó hasta la puerta la puerta de la habitación de su hyung y finalmente tocó la puerta. 

Las risas del lugar se escucharon por todos los rincones de aquella casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las risas del lugar se escucharon por todos los rincones de aquella casa. Seungmin —que tenía 8 años— estaba sobre Jeongin —de 7 años— mientras le hacía cosquillas. Le gustaba mucho ver cómo su pequeño reía y reía, o cómo pequeñas gotas de lágrimas caían por sus mejillas producto de la risa incontrolable que lo atacaba. Cuando se quejó de que le dolía la pancita y sus mejillas o cuando le decía que parara, que le daría un zape si no se detenía. 

—¡Minnie! 

—¿Qué? —Sonrió divertido mientras que sus dedos ágiles seguían haciendo presión varias veces sobre las costillas de Jeongin. 

Este no paraba de reír, sus ojos estaban más achicados que antes y estaba a punto de estallar. No respiraba bien, sus mejillas estaban sonrosadas y calentitas. 

—¡Ya, ay! 

Seungmin sonrió con picardía y dejó finalmente de hacerle cosquillas. Cuando Jeongin estaba a punto de darle un zape mientras soltaba pequeños e inocentes jadeos, Seungmin fue más rápido y besó con inocencia y ternura la mejilla sonrosada de su dongsaeng. 

—No te perdonaré —dijo Jeongin, mientras se cruzaba de brazos. Se mantenía recostado boca arriba sobre el suelo. 

—¿Si te doy otro besito, me perdonarás? —preguntó Seungmin, y se llevó uno de sus dedos hasta sus esponjosos y hermosos labios. 

Jeongin lo pensó un poco y finalmente cedió ante aquella propuesta. Asintió con timidez. 

Seungmin se acercó a su mejilla y depositó un beso con dulzura y delicadeza. 

—Innie —murmuró Seungmin, cuando abrió la puerta de su habitación y se encontró con su menor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Innie —murmuró Seungmin, cuando abrió la puerta de su habitación y se encontró con su menor. 

Jeongin estaba muy nervioso y sus piernas estaban temblando otra vez. Sus ojos tenían un brillo especial, un brillo que Seungmin no podía comprender. Solo sabía que le gustaba ver a su pequeño con aquel brillo en la mirada. Temblaba peligrosamente, como si en algún punto no aguantaría más y caería al suelo. Estaba asustado. 

—Olvida todo. —Jeongin fue más rápido—. Olvida lo que te dije, lo que te confesé —se aclaró, y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas nuevamente—. Minnie, no quiero perder tu amistad. Realmente no quiero. 

Los labios de Seungmin temblaron y solo se limitó a asentar. Estaba muy dolido. 

Le gustaba Jeongin. 

Lo supo en el momento que se sintió mal por ser el motivo del llanto de su menor. 

Lo supo en el momento cuando Jeongin salió corriendo rápidamente hacia la salida. 

Pero no supo qué hacer cuando vio una especie de carta tirada en el pasillo, que estaba muy arrugada.

─────┈  • ⋆ ꒰✧꒱ ⋆ •  ┈─────

─────┈  • ⋆ ꒰✧꒱ ⋆ •  ┈─────

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Boys? ꒱ SeungInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora