4. Lo mucho que lo intentaste

399 39 13
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Brianna

Entrar en nuestra casa nunca se sintió tan extraño como ahora. Extraño y triste, flashbacks de ese día llegan a mi y tengo que apretar con más fuerza la mano de Mac para no caer.

— ¿Estás bien? — pregunta Mac.

No lo estoy, es obvio, pero no puedo decírselo en voz alta. Las palabras se acumulan en mi garganta pero hay algo que no me deja externarlas, porque siento que si lo hago terminaré llorando.

Simplemente niego con la cabeza y avanzo despacio.

Dejo mi abrigo sobre el brazo del sofá y me quito los zapatos, la calefacción está encendida y a parte de los movimientos míos y de Mac, la casa está en silencio. Chris está en la escuela y seguramente, como es habitual llevó a Zeus con ella. Al menos así no está desprotegida sin nuestra presencia.

Mac no deja de mirarme como si fuera a desplomarme en cualquier momento y yo solo no puedo mirarlo a los ojos. Debe odiarme...

— Debes de comer algo antes de tomar tus medicamentos para el dolor — dice mientras saca varios frascos de pastillas de una bolsa plástica que nos dieron en el hospital —, así que ¿qué se te antoja?

— Solo quiero dormir, Mac — digo en un débil susurro que no estoy segura de que él haya escuchado hasta que me dice algo.

— Como desees, amor.

Se acerca frente a mi y toma una de mis manos para darle un apretón, transmitiéndome cierta tranquilidad que pronto se ve opacada por el sentimiento de culpa atravesándome el pecho.

Me deshago suavemente del agarre de Mac y camino escaleras arriba, busco mi pijama con rapidez y entro en el baño para cambiarme y al instante el pánico crece.

Contengo la respiración, todo está limpio y huele a desinfectante. No hay ni un rastro de sangre por ningún lugar. Suelto un largo suspiro al caer en cuenta que seguramente Mac se encargó de limpiar todo antes de que regresáramos.

Me doy una ducha rápida y salgo del baño con el pijama puesto y los pies descalzos. El cabello humado me cae por la espalda, ni siquiera tengo intenciones de peinarlo. Así que lo dejo como está.

Me siento en el lado derecho de la cama, recargo la cabeza en la pared y cierro los ojos, pero al hacerlo solo me genero más dolor.

— ¿Maze?

Reacciono ante la voz de Mac y me giro en su dirección para verlo. Está sentado en una esquina de la cama, ni siquiera me di cuenta cuando entro.

Mac

Siento un nudo en la garganta al verla así, tan triste y vulnerable sin poder aliviar su dolor, porque sé que aunque no hable mucho por dentro es un desastre.

GOLDEN SOUL | MacGyver FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora