• ° ~ D.I.Y ~ ° •

21 4 0
                                    

Kirishima no estaba hecho a ser camarero, ni siquiera era su trabajo; aquel din de semana solo le había echando una mano a Sero y a Mina con el local durante sus pequeñas vacaciones.

• .° • ° . •

Todo empezó hacía una semana. Se había levantado de buen humor, era un lunar precioso en el que no tendría nada que grabar ni preparar, por lo que podría disfrutar el día. Hacia la tarde noche fue al bar de sur mejores amigos a saludarle y tomarse algo.

-¡Kiri!- exclamó contenta Mina alargando la última i con un alto volumen. -Necesito pedirte un favor, bonito.

-¡Claro Mina! Dime, ¿qué necesitas?

-Pues, te sonará raro, pero ¿podrías encargarte el próximo lunes y el próximo martes del local? Es que quiero llevarme a Hanta de escapada romántica, pero no le convence dejar todo a los empleados. Y como a ti se te han retrasado la grabación y la preparación de esta...

-¡Por supuesto! ¡Os merecéis un descanso!

-¡Gracias Kiri!- dijo Mina casi llorando de alegría ante la idea de un fin de semana de cuatro días. Realmente necesitaba salir de la rutina y relajarse un poco.

Al final la cosa quedó en que la parejita se iría el sábado a la noche por lo que cerrarían el local temprano. El domingo sería un día de descanso para el personal y Kiri se encargaría del pub-bar lunes y martes. Mina y Sero en verdad volverían el martes a la hora de comer pero posiblemente necesitarían relajarse un poco antes de volver a trabajar como hormiguitas.

Eijiro sabía que sus amigos no iban muy bien de pasta y que había algunas paredes que no estaban perfectas, por lo que compró decoración que Mina y/o Sero le comentaron que les gustaba en momentos aleatorios. La colocó en puntos estratégicos para que si había que cambiarla de lado no se notara tanto e incluso en lugares que ellos mismos le comentaron. Así pasó el domingo.

El lunes se levantó con camas y el presentimiento de que el día sería bueno. Llego temprano al bar, sirvió un par de desayunos, sobre todo a universitarios y jóvenes trabajadores. Entre ellos un hermoso hombre rubio con los ojos del mismo color que su pelo y que los suyos propios.

-¿Desea algo?- pregunto amablemente.

-Lo de siempre y rápido.

-Perdone, ¿podría usted decirme que pide siempre? Es que soy nuevo.

-¿Ah? Pues llama al cara-plana o a la ojos-mapache y ya, coño. Ellos saben.- Con eso dedujo que hablaba de Mina y Sero. Así, es que llegamos a donde queríamos llegar con Kisigima hablando de ser camarero y pan de dios, y es que así, siendo un buenazo, conoció al amor se su vida. El queespués de recorrerlo con la mirada, Katsuki analizó su vestimenta.

-Me gustan tu ropa, ¿donde la compras? En realidad la hago yo jaja.

-¿En serio? En verdad la hago yo

-Pues eres bueno, ¿Kirishima? Bueno, yo y me voy.

Mientras eso pasaba, Kisishina con un flechazo tremendo mirándolo como un bobo irse y mientras Bakugo, con tremendo flechazo también intentaba aprender a andar con la mirada de semejante hombre. Ay que bonito es el amor...

• ° ~ ~ ° •

Sé que es horrible, perdón iwi.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 18, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

kiribaku punk week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora