Prólogo

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Michael se despertó con la repentina alarma del reloj que yacia en su mesa de noche, se levantó y estiró de manera lenta y algo torpe, se lavo la cara y bajo las escaleras un silencio invadio los oídos de Michael. Su vida era algo solitaria desde que dejó su casa, comió algo rápido para empezar a ponerse ropa para ir a trabajar en una pequeña tienda de esquina, el sueldo no era mucho, pero con eso pagaba las facturas.

El jóven cerró la puerta detrás del, llevaba poca cosa consigo, su celular, su reloj, su uniforme del trabajo y su billetera para almorzar algo en el carro de hot dog que había al frente de la tienda.

Una densa neblina cubrió los al rededores del joven, un olor a pasto mojado invadió la nariz de Mike, el jóven suspiró sin darle mucha importancia siguió caminando, pasaron vários minutos y la niebla empezó a dispersarse, un encandecente sol se vió cegando a Michael.

"¿Que mierda?"

Pensó Michael por un segundo, vio su entorno, sin duda no parecía aquella mañana en la que se despertó, miro al suelo sin esperar encontrarse algo que no fuese la fría calle de su ciudad, sin embargo, un bello camino de piedras cinceladas abría paso entre el verde pasto hasta la entrada de una amurallada ciudad, el joven parpadeo perplejo. Después de minutos de confusión Michael había llegado a una conclusión, hacia cambiado de mundo, No sabía el porque pero, sin duda, ese no era su mundo. Michael vio un mundo lleno de oportunidades para re-hacer su vida, sin duda, ya no iba ser el cuidadanl de segunda que fue en su mundo.

Un mundo ExtraordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora